Una célula criminal del Cártel Jalisco, encabezada por Alberto Chávez, el Chichí, que sirve a Javier Adrián Beltrán Cabrera, alias el Pedrito, son actualmente los principales sospechosos del ataque con drones y explosivos artesanales detonados en los patios del grupo antisecuestros en Tijuana. Los disparos contra un dron que sobrevoló las oficinas de la fiscalía tras el ataque del miércoles, pusieron en evidencia las carencias de protección para evitar atentados similares en Baja California
La FGE reconoce el ataque con drones provocó daños materiales y hasta el momento no hay personas responsables por el "incidente", como catalogaron las autoridades en un comunicado de prensa.
Mientras el consulado de Estados Unidos emitió una alerta de seguridad y el Consejo Ciudadano de Seguridad pide la presencia del secretario Harfuch; la presidenta evade pronunciarse sobre los ataques contra la FGE en Baja California.
Que las autoridades locales reconozcan los niveles de inseguridad y así lograr una estrategia eficiente, es lo que pide Roberto Quijano, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Ciudadana.
Hubo daños contra cuatro vehículos dentro de los patios de la fiscalía especializada contra secuestros en Playas de Tijuana y el caso estaría relacionado con los otros dos ataques registrados en septiembre.
El ataque con drones en las instalaciones de la FGE en Baja California es el tercer acto violento en contra de oficinas de seguridad del gobierno de Marina del Pilar Ávila Olmeda en menos de un mes.
Activistas afirmaron que para mover tierras en el predio ubicado en Playas de Tijuana los desarrolladores utilizaron “permisos amañados”. Ejecutivos sostuvieron: “No se pone una piedra” sin la debida autorización