Son los distribuidores locales quienes organizan falsos sorteos para obtener, de forma engañosa, información de potenciales clientes de la marca de utensilios de cocina.
El hecho de que sus redes sociales estén llenas de sus actividades, dando santo y seña de lo que hace su familia, cuáles son sus posesiones, viajes y hasta información sensible, es justamente lo que facilita a los criminales el camino para tender la emboscada.