El que mal inició y peor terminó la contienda 2021 hacia la gubernatura de Baja California, fue el empresario inmobiliario Jorge Ojeda, quien mejor se hubiera quedado en su ramo, antes que incurrir en el irrisorio episodio de hacerse candidato al Poder Ejecutivo estatal, gastar millones de pesos en asesores, asistentes, politólogos, mercadólogos (que le recomendaron poner su imagen de cabeza)