En un año y seis meses durante la primera fiscalía, se aseguraron 7 mil maquinitas y se destruyeron casi en su totalidad. Pero ahora, por 3 mil o 3 mil 500 pesos por semana, agentes de la FGE han acabado con los operativos para detectar, asegurar y destruir las tragamonedas instaladas de manera irregular. Ya no hay decomisos ni destrucción de las mismas.