Inició la contienda interna para la dirigencia nacional del PAN con dos impugnaciones y marcadas distancias entre continuidad o cambio de rumbo que representa Adriana Dávila y Jorge Romero.
Si la 4T termina coronando su artimaña electoral, se instalaría en México una mayoría ficticia capaz de aprobar semejante despropósito jurídico. Entonces, lo único que quedaría a nuestro alcance, es y será la justicia supranacional y de manera muy concreta, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
No hablaré de la madre excepcional, la intelectual autodidacta, la increíble cocinera y mejor repostera, la aguda “escribidora” (Luzana dixit) o la incansable opositora. Textos hermosos de familiares y amigos la siguen describiendo justamente como era: una mujer excepcional.
El otro déficit es de tipo político. Marcelo Ebrard nos queda a deber. Se trata de aquel político que muy joven se desarrolló acompañando al ya ausente Manuel Camacho Solís.
Entre defectos y virtudes, creo que Porfirio purga su tiempo como priista, nomás por haber renunciado al PRI y formar otro partido. Por interpelar a Miguel de la Madrid en su último informe. Por acompañar a Fox en la transición del 2000. Por señalar con energía las traiciones de Andrés Manuel.
Es cómico seguir las razones por las que la ministra Loreta Ortiz, el ministro Zaldívar y la alumna de derecho Yasmín Esquivel, defendieron la “constitucionalidad” de la ley que incorpora a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).