Al ver la imagen de aquellos desconocidos, el padre, un hombre “de la vieja escuela”, con ideas rígidas, se enfureció y comenzó a despotricar contra su hijo y el póster. Sin más, procedió a arrancarlo de la pared.
El recorrido inició a un costado del antiguo toreo de Tijuana, bajó a Zona Río por Paseo de los Héroes y termino en el auditorio municipal, con una Santa Misa