Para conseguir los recursos había que realizar 50 sesiones en diferentes colonias con grupos ciudadanos que aprobaran el proyecto, el que les debía ser explicado con claridad.
El grupo se denominó “Grupo de los Jueves” cuyos miembros, para pertenecer a él, sólo requerían la aprobación unánime de los demás; no había cuotas, simplemente pagar las comidas y dialogar.
Desde los 19 años has estado involucrado en el negocio industrial; fuiste gerente, operador, inversionista, promotor y consultor. Dedicaste más de 10 años a la apertura del mercado latinoamericano y europeo para productos electrónicos fabricados en Tijuana.