La demanda de agua que tienen los bajacalifornianos supera en 10 por ciento a lo que llega del Río Colorado. Es un hecho que es insuficiente la infraestructura del agua diseñada en la década de los 70 y puesta en operación en 1985. El ejemplo de la sobredemanda es Tijuana, que en verano consume más de cinco mil litros por segundo (exactamente la misma cantidad de lo que ingresa a Baja California por el Río Colorado), por lo que el margen para ahorrar es nulo.