La selección y aceptación de este texto es un ataque directo a la comunidad, a sus familias y a las personas que la apoyan. Y promueve la violencia hacia ellos, por lo que puede ser considerada como un generador y promotor de la violencia.
Nadie en su sano juicio podría confiar, ni tantito, en la policía judicial, es decir, ni en la FGE ni en la FGR. Y aunque los hayan rebautizado y hoy les llamen “policía ministerial”, siguen siendo un aparato represivo del Estado burgués. Unos torturadores y lobos carniceros.
De poco ha servido la llegada de un gobierno distinto al PRI. Muchas cosas siguen igual en el país. A las fuerzas de los chiapanecos les siguen azotando y vulnerando desde hace décadas. ¡A todo el estado! Idioma, dialecto, más las causas y necesidades más comunes. En 2024 los siguen vulnerando.
Hace alrededor de un mes que Claudia Sheinbaum anunció con bombo y platillos que Lázaro Cárdenas Batel será el Jefe de la Oficina de la Presidencia, a saber, la mano derecha de Sheinbaum. Cárdenas Batel es un enorgullecido integrante de una de las más rancias y reaccionarias dinastías burguesa priistas.
El pasado 23 de junio durante un acto de inauguración de un nuevo cuartel de la Guardia Nacional (GN), en el estado de Oaxaca, la próxima cabecilla del régimen absolutista de la “4T”, Claudia Sheinbaum, exaltada, ante decenas de militares vociferó: “¡Larga vida a la Guardia Nacional!”.
¿Existe, en lo medular, diferencia alguna entre Nicolás Maduro y Corina Machado? No. Ninguna en absoluto. Ambos son fantoches del imperialismo. Maduro del imperialismo ruso y chino y Corina Machado del imperialismo norteamericano.
En el escrito se asegura que si no se amparan perderán siete bonos, se reducirá el aguinaldo a 40 días, las pensiones se toparán a 10 UMAS (33 mil pesos aproximadamente), reducirán la prima vacacional y desaparecerá el plan de beneficios o seguro de vida que consta de 65 meses del salario del trabajador fallecido.
“Izquierda” y derecha “olvidando sus divergencias” han unido sus voces plañideras condenando el susodicho “atentado”. Ningún ciudadano juicioso, ningún proletario consciente, mucho menos un verdadero comunista se tragarían ese reaccionario cuento.
Sólo acudimos el 61 por ciento del electorado; ¡vaya!, de la población apta un 39 por ciento sintió tanta repugnancia y asco por los dedazos tan miserables -o sea, que 4 de cada 10 no participaron- y sólo el abstencionismo fue el verdadero triunfador.