El discurso “moralino” del Presidente López Obrador se hunde en el hoyo profundo de la incongruencia. La 4T insiste -en todo foro, debate y ocasión- en resaltar las presuntas cualidades morales de un hombre a quien, a fuerza de repetición y alabanza, le han colgado como medallas virtudes que él mismo sacude una y otra vez, como gesto de franca alergia.