Nadie en su sano juicio podría confiar, ni tantito, en la policía judicial, es decir, ni en la FGE ni en la FGR. Y aunque los hayan rebautizado y hoy les llamen “policía ministerial”, siguen siendo un aparato represivo del Estado burgués. Unos torturadores y lobos carniceros.
“En la clase burguesa es imposible encontrar una minúscula partícula de humanismo”.
-Federico Engels. La Situación de la Clase Obrera en Inglaterra (1845. P. 372).
La...