Una sola tarea tenía Obed Silva, hasta hace unos días secretario de Movilidad en el Ayuntamiento de Tijuana: solicitarle y convencer a su jefe externo, el empresario Carlos Bustamante Anchondo, no violar la Ley Electoral local, instalando en una de las Torres de Agua Caliente, propaganda política a favor de Ismael Burgueño, candidato de Morena a la alcaldía de Tijuana.