El que ya debería salir del closet político es el diputado priista Román Cota, pues cada vez es más evidente su entreguismo a las causas de Marina del Pilar Ávila Olmeda y del partido Morena en general, cuando -se supone- forma parte de la desdibujada oposición.
El que quiere quedar bien con todos, creando conflictos para resolverlos solito y llevarse el crédito, es el diputado por Morena y ex panista Juan Manuel Molina.
Regidores y funcionarios de Tecate no saben cómo abordar al alcalde Darío Benítez, luego que su trato hacia los funcionarios municipales ha sido agresivo, al grado de crear tensión y connato de agresiones físicas dentro de Palacio Municipal.
Juan José Pon, titular de la Consejería Jurídica, ha cobrado notoriedad recientemente dentro de la administración de Marina del Pilar Ávila Olmeda, como uno de los principales paladines de la defensa jurídica contra la empresa Next Energy y Banca Afirme por parte del Poder Ejecutivo, pues sus agresivas declaraciones hacia ambas empresas y al gobierno anterior, le han abierto una brecha para ocupar cierto protagonismo junto con el titular de Hacienda, Marco Antonio Moreno Mexía.
De pronto, el 14 de mayo, un día después que desde Grupo Caliente se filtrara que Antonio Vera Palestina estaba hospitalizado, y por tanto no podría acudir a declarar a la Fiscalía General del Estado en el caso de la desaparición de Óscar Gómez Islas, guardia de seguridad que estaba bajo su cargo, milagrosamente, Vera hizo acto de presencia.
Dos que andan en campaña permanente a la sombra, o del brazo de la alcaldesa de Tijuana, son madre e hijo. La familia política de Montserrat Caballero está integrada por la mamá, Gloria Miramontes, diputada local por el Distrito XII, y su hijo, Jorge Antonio Salazar Miramontes, secretario del Ayuntamiento de Tijuana.
omo es recordado, Jaime Bonilla Valdez no tuvo la capacidad de hilar una frase sin decir una mentira durante su administración, pero la mayoría -por no decir todas- se han ido cayendo una a una, o al menos no tiene elementos para comprobar sus dichos.
Los días 6 y 9 de mayo, niños y adolescentes ingresados en el Albergue DIF Tijuana, se amotinaron. Las primeras informaciones dieron cuenta de la molestia de algunos de los menores porque los abogados les ampliaban los plazos para poder regresar con sus familias.