Siguen llegando grupos enormes de personas que habitaron ese país que está en Las Antillas, y hoy han invadido ciudades fronterizas con gran fuerza -nunca en la historia de éxodos humanos- hacia tierras occidentales. ¿Pero qué están importando esos grupos de haitianos? Vienen pobres, con hambre, sin techo, sin leyes en su país; traen desorden, desesperación, brutalidad...
Marco Alfonso Pacheco Lares, pescador del poblado de San Felipe, Baja California, señalando domicilio para recibir toda case de notificaciones en San Felipe, ubicado en Mar de Mindanao número 498 del referido puerto, con código postal número 21850, vengo a realizar mi formal rechazo a los señalamientos que se han realizado hacia mi persona en las publicaciones siguientes.
El invierno en Baja California trae, además de frío, problemas que aquejan a la sociedad desde antaño: inundaciones, deslaves y muerte. Y es que, a pesar de que se cansó de pregonar que en Baja California todos pagan agua, los ciudadanos nos seguimos preguntado en qué invirtió el dinero recaudado el exgobernador fugaz del Estado, porque en el sistema pluvial no fue.
Lo importante es que la vacuna ya llegó a México y que su llegada ha tenido muchos aplausos, así como muchos detractores, sobre todo de inconformes de los partidos políticos que perdieron las elecciones anteriores. Aplaudo al régimen porque ya las vacunas están llegando a los diferentes estados y no solo a la capital del país, sino también a esta entidad tan terriblemente enferma, como lo es Baja California.
En relación a la nota periodística publicada el viernes pasado (“Tercia de ‘Palos’ al Cártel del Mar”), me permito hacerle a usted las siguientes precisiones, puesto que la información que ustedes señalan dista de la verdad objetiva sobre el caso de Sunshine Antonio Rodríguez Peña, empezando por su nombre:
Sigue llena de basura
la escalera nacional,
demagogia sexenal.
Histórica esta cultura.
Gobiernos vienen y van
y no barren la escalera;
la basura ahí se queda
y jamás la barrerán.
¿Hasta cuándo...
En el Artículo 8 se establece la obligatoriedad de que el Ejecutivo del Estado y municipios cubran al Instituto como aportaciones el 31 por ciento sobre el salario base de cotización.