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sábado, mayo 11, 2024
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El campanazo: Fermín

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Triunfar es una palabra tan corta y fácil de pronunciar. Algunos se adjudican triunfos sin merecimientos, pero la verdad, triunfar en cualquiera de las actividades, es un atributo que conlleva respeto, disciplina, dedicación, voluntad, entrega, sacrificio, apostolado; y más aún si en ese proyecto se juega la vida en un redondel.   El éxito se define como una felicidad emprendida en un empeño difícil, donde se pondera el esfuerzo hasta alcanzarlo entre aclamaciones. Puede también considerarse una danza especial, eso mismo obtuvo Fermín Rivera (sobrino del finado y primera figura “Curro” Rivera) el domingo 6 de enero, durante la décima segunda corrida de la temporada grande en la Plaza México 2012-2013, ganándose con su hazaña su repetición en la siguiente etapa del impecable serial, a cargo de Rafael Herrerías. Fermín Rivera (dos orejas) compartió cartel con Pedro Gutiérrez Lorenzo (una oreja) y Cristian Ortega (sin pena, ni gloria), ante un bien presentado encierro de San Mateo, que se cayó, dejando en entredicho su divisa blanca y rosa, hoy propiedad de Ignacio García Villaseñor.           Rivera realizó a “Gavioto” labor de “costurero”, además utilizó la  inteligencia. El ejemplar se caía y hubo que torearlo a media altura, dándole su espacio, y lo más importante es que su quehacer lo ejecutó en los medios, lugar y sitio donde pesan los toros. “Gavioto” fue al caballo, tomó los palos con prontitud, luego surgió la tela rosa y naturales de terciopelo, metiéndose Fermín en los pitones y reforzando con ayudados, en faena variada con derechazos de “garra”. A pesar de su debilidad, el ejemplar ofreció bravura, calidad y nobleza, sacando el coleta a flote las cualidades del animal. Una estocada definitiva permitió a Fermín acariciar dos calientes orejas y salir a hombros. Bajo ese terno pavo y oro que portaba, no tiene una sola cornada. A Fermín Rivera se le critica su seriedad,  y al respecto declaró a ZETA: “En ocasiones se encuentra tan ensimismado y concentrado en su jornada, que no le nace una sonrisa, eso, sería fingir”. Es un joven matador de 24 años que asume el compromiso de llevar a cuestas el peso de una dinastía, y por si fuera poco, que en cada tarde se le compare con su tío “Curro” Rivera.     La personalidad de su tío es muy distinta a la suya, él fue un figurón muy difícil de igualar y tampoco se interesa en imitarlo. Se propuso hacer su propia lucha, su carrera y tratará de llegar hasta donde Dios le de vida. Advirtió que no le pesa ser su sobrino, y tampoco está preocupado por eso. Fermín aclaró que al parecer, el interpretar el Toreo bueno es censurado, aunque es el que persiste por encima de las modas: “Mi tío ‘Curro’ hacía el Toreo bueno, puro, con su personalidad. Hay personalidades que gustan más o que gustan menos, todo depende de la variedad y de los públicos”. En defensa de su juventud, sentencia que el Toreo “no se mide con la edad, el Toreo se siente igual desde que empiezas una faena hasta que la terminas, hay diversas maneras de percibirlo”.    Fermín Rivera disfruta la gloria de haber salido de la Plaza México con dos orejas y ser llevado por las calles en hombros. Indudablemente se trata de un logro de muy pocos, y que en adelante tendrá la obligación de sostener.

Embajador

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Eduardo Medina Mora es de esa especie que en política, sirve tanto a la derecha como al centro. Un eslabón que de manera no muy clara, une en los pactos del poder por el poder los intereses de dos partidos. Vaya, un representante digno de la nomenclatura que maneja este país. Ubicado de suyo como incondicional del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, encontró cobijo en los gobiernos del PAN. Incluso en el sexenio de  Vicente Fox, fue director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). También fungió como secretario de Seguridad. Con Felipe Calderón se convirtió en procurador general de la República, hasta que el distanciamiento con Genaro García Luna, incondicional secretario de Seguridad del ahora ex Presidente, lo sacó del país literalmente. Lo mandaron de embajador -sin experiencia ni formación- al Reino Unido. Todas las posiciones que ha ocupado Medina Mora están relacionadas con la intermediación de Salinas. Lo mismo sirvió al propio Salinas, como fue empleador de incondicionales de Enrique Peña Nieto. Favoreció el posicionamiento de éste, y se le ubica como intermediario entre la cúpula priista y las presidencias panistas. Después de hacer un papel más o menos decoroso en la Procuraduría General de la República, con Marisela Morales como su subprocuradora de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, el entonces Presidente Calderón lo mandó como embajador a Inglaterra, donde lo más llamativo fue su pleito con los irreverentes conductores del programa televisivo “Top Gear”, cuando éstos hicieron comentarios xenofóbicos y racistas hacia los mexicanos. ¿Por qué entonces el Presidente Enrique Peña Nieto designa a un ex encargado de la seguridad nacional y de la procuración de justicia, como embajador en los Estados Unidos? Quizá porque en el fondo, el tema que más ha ignorado Peña en poco más de un mes como Presidente, le sea realmente preocupante: la inseguridad. Como ningún otro mandatario en los años recientes, el priista se ha negado a hablar de frente sobre el narcotráfico y el crimen organizado en el país. Ni Peña ni su secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, han reaccionado de manera contundente y frontal ante el terror que los cárteles de la droga han desatado en entidades federativas como Sinaloa, Michoacán, Jalisco, Guerrero, Veracruz, Coahuila o Tamaulipas, por mencionar algunas. Pareciera que con la partida de Felipe Calderón, se acabó la guerra del Gobierno Federal contra el narcotráfico. El nombramiento de Medina Mora en la Embajada de los Estados Unidos, ratificado sin problemas en el Senado de la República, da un giro a la situación. Don Eduardo conoce muy bien la problemática en ese sentido. La respiró en su figura de Procurador General de la República, y padeció el hostigamiento oficial por parte de la Secretaría de Seguridad, principal instancia beneficiada con los recursos en especie y en dinero de la Iniciativa Mérida que signaron México y los Estados Unidos, precisamente cuando el hoy embajador se desempeñaba como procurador. No puede ser una coincidencia que el gobierno mexicano envíe a su aliado vecino, a un experto en seguridad y procuración de justicia, que además estuvo inmerso en el acuerdo entre los dos países. Mejor parece que es una de las primeras medidas que toma la incipiente administración de Peña para la estrategia bilateral de combate al crimen organizado, el narcotráfico, el tráfico de personas, de armas y dinero entre uno y otro país. Medina Mora no podría ser más diferente que su antecesor, Don Arturo Sarukán. Embajador que fue los seis años de Felipe Calderón en la Unión Americana, manejó una excelente relación diplomática entre ambos países en el álgido tema de la inseguridad. Aportó a la relación de Calderón con Barack Obama, y abonó por el buen trato y la dignidad de los migrantes mexicanos en aquel país. La nueva relación diplomática entre México y los Estados Unidos, estará basada en otro aspecto, se le dará “otro acento”, como declaró el ahora embajador Eduardo Medina Mora. Y el de la seguridad puede ser una tilde muy pesada. Eso, o, una vez más, Carlos Salinas ubicó sus piezas en el ajedrez político para beneficio propio, de los suyos y de los hijos de sus hijos.

El General y Hank

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Si alguien combatió a Jorge Hank Rhon, fue el General de División Alfonso Duarte Mújica. Bajo su Comandancia en la II Región Militar, el 11 de junio de 2011 elementos del Ejército Mexicano destacados en Tijuana detuvieron al derrotado candidato del PRI al Gobierno del Estado, por el delito de acopio de armas. El General no se amilanó. Sostuvo y sostiene hasta el día de hoy, que las armas fueron encontradas en las inmediaciones de la casa de Jorge Hank aquella madrugada. Muchas y de uso exclusivo de las fuerzas armadas. Además miles de cartuchos para las mismas. Apoyado por la SIEDO, Duarte y la entonces subprocuradora Patricia Bugarín, intentaron demostrar ante la jueza de distrito que lo decomisado al detenido había sido de manera legal y dentro de los lineamientos que el Presidente de México había conferido a los militares para combatir el crimen organizado en nuestro país. Sin embargo la habilidad y las conexiones del equipo de abogados de Jorge Hank pudieron más. Diez días después de haberlo detenido fue puesto en libertad. El hecho molestó a muchos mexicanos y particularmente a los militares. Los Generales, Alfonso Duarte y Gilberto Landeros Briseño de la II Zona militar, mantuvieron abierto el expediente en espera de justicia no solo a la labor que desempeñaron, sino a las que después se sabría, fueron víctimas que cayeron con balas de esas armas. Por otro lado, Enrique Peña Nieto, el Presidente de la República que el 1 de enero de 2013 en su calidad de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de este país, cambió a los Generales Duarte y Landeros de la II Región el primero y de la II Zona el segundo, se ha destacado por apoyar a Jorge Hank Rhon. No solo comparten origen político el ex convicto y el Presidente al haber hecho carrera en el Estado de México. Peña porque ahí nació, ahí fue gobernador y de ahí salió a Los Pinos, y Hank porque ahí levantó su imperio político y profesional su padre Carlos Hank González. Cuando el fin del trienio como alcalde del ex presidario en Tijuana, el Teniente Julián Leyzaola actuando como Secretario de Seguridad Pública de esta ciudad retiró los permisos para portación de armas que los escoltas de Jorge Hank mantenían, particularmente el de Jorge Vera Ayala –hoy por cierto desaparecido y desde la detención de su patrón–, fue el Gobierno del Estado de México a cargo de Peña Nieto, la entidad que arropó a Vera y compañía con licencias para utilizar armas. También Peña Nieto siendo candidato palomeó a la esposa del ex presidiario, María Elvia Amaya como candidata plurinominal a la Cámara de Diputados federal, posición que no logró protestar debido a su delicado estado de salud y posterior muerte. Aun cuando públicamente como candidato o ahora como Presidente, Peña Nieto no ha aparecido con Jorge Hank, la relación de los del Estado de México existe, se ve, se siente. En ese vínculo mantiene el sospechoso eterno de Hank su esperanza de ser de nueva cuenta candidato a Gobernador de Baja California. No importa para él que en el estado haya dos investigaciones ministeriales donde aparece como presunto autor intelectual de seis asesinatos, tampoco que el gobierno de los Estados Unidos le haya retirado la visa para entrar a aquel país debido a estas mismas sospechas de criminalidad, menos que las armas que le fueron decomisadas hayan tenido un incierto destino, tampoco que los hermanos Vera Ayala hayan sido señalados por testigos protegidos como partícipes del crimen organizado y el narcotráfico en las instalaciones del Hipódromo de Agua Caliente, propiedad a la mala, de Hank, ninguno de los muchos puntos negativos de éste le preocupan mientras cuente con el acompañamiento del Presidente de la República, el primer priísta del país que esperan con su dedo elija al candidato del PRI al gobierno del estado. La remoción de los Generales Duarte y Landeros de esta región, termina por favorecer a Jorge Hank Rhon. La mano del Presidente está detrás de ello. El futuro de Baja California, es tan incierto como delicado. Cuídense de Hank, diría un militar antes de abandonar la ciudad.

Urge exportación de toros

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La fiesta es ahora global y no regional. En la búsqueda de importaciones y exportaciones, el ganado bravo ha transitado en un mar de prohibiciones, y hasta la fecha sigue el freno, por la desmedida burocracia, falta de visión y exageradas regulaciones sanitarias. Hace más de treinta años fue una corrida completa de Mimiahuapam a España.    En 1899, Antonio Llaguno (San Mateo) logró traer ganado de Europa, y el último que lo hizo en noviembre de 1996, fue Eduardo Martínez Urquidi (Los Encinos). Lo demás ha sido a través de semen, afortunadamente con buenos resultados, incluso en México ya hubo hasta un toro que fue clonado en un laboratorio canadiense para reproducir embriones. Se trató de “Salamero”, propiedad de Manolo Martínez e indultado por Manolo Mejía el 27 de noviembre de 1994 en la Plaza México. Luego lo compró José Manuel Fernández Castañeda, dueño de El Rocío. Por ello se garantiza que el toro mexicano puede acceder fácilmente al mercado internacional.                Son infinitas las posibilidades para el desarrollo de la crianza del toro en nuestro país, donde los ganaderos pretenden un ejemplar que igualmente se pueda lidiar en México, España, Francia y Sudamérica, y que su camada interese. Los aficionados disfrutan las corridas de abril a octubre en Europa, y de noviembre a marzo en México y Sudamérica. Los toreros mexicanos están acostumbrados a lidiar tres o cuatro diferentes encastes y embestidas.   Hay toros, plazas, toreros, ganado, afición y ambiente que obliga al ganado azteca a concurrir a los mercados internacionales, y así entrar de lleno a la globalización. Para ello es menester apoyar a los hombres que en el campo dedican su vida y capital a la crianza del toro.      Los espadas españoles y franceses vienen aquí a gozar del toro mexicano para torear con sentimiento y temple que no permite el fiero ganado español, a esa sangre le falta un refresco mexicano que de sobra ha demostrado sus cualidades en fuerza, codicia, movilidad, aunado a la raza y casta. No hay faena que encuentre respuesta en los tendidos y que haga palpar el miedo y peligro que conllevan a la emoción. Si a esto se agrega al animal, clase y recorrido, se logra la toreabilidad, que no es otra cosa que seguir los giros de la pañosa.    La Plaza México muchas veces se llena solo con que el cartel despierte una ilusión, y la actual pujante empresa no escatima en combinaciones, publicidad y, particularmente, oferta temporadas de 20 o más festejos. En tanto los ganaderos buscan afanosamente recuperar la raza y la casta perdida en las décadas setenta y ochenta, cuando las figuras exigieron un toro más dulce.                 Los ganaderos mexicanos actuales tratan que sus pupilos mejoren su salida, evitando que sean abantos, sueltos y sin fuerza. Intentan las embestidas largas, repitiendo con celo en la suerte de varas, que acudan a galope al caballo, que acepte las  puyas con fijeza, creciéndose al castigo, que empuje con los riñones y con los pitones clavados en el peto. Cierto que esta escena debe ser en todas las plazas la regla, y no la excepción. El conjunto de dicha acción resulta hermosa y pinta al toro de cuerpo entero.                Si José Antonio Llaguno, dueño de San Mateo, José Julián Llaguno y Torrecilla logró lo que logró con 16 vacas y dos toros, que se convirtieron en seis líneas ganaderas, se puede hacer todo. Y ahí se tiene el ejemplo. El banco genético de nuestro país se centra en cinco grupos o lotes de refresco y de nuevos encastes. Del año 40 al 50, se podía disfrutar de los Saltillos de San Mateo y Piedras Negras, los Parladés de La Punta y los Murubes de Pastejé.        La promoción de la Fiesta y en la defensa de sus valores más genuinos, se centra en la integridad de su protagonista, el toro, al que no se le puede comprometer el futuro, ni mucho menos apuntarle al corazón. Hay quienes en su contra quieren imponer su voluntad, conveniencia o ignorancia, y ven a la Fiesta sin verla, o lo peor, sin conocerla.     A lo largo de la historia, en las ganaderías todo proceso selectivo ha ido vinculado de modo permanente a la evolución del Toreo, y ésta siempre ha sido marcada por los toreros de época. En su tiempo, Juan Belmonte indujo la primera revolución en el comportamiento del toro y sentó la directriz de la modernidad, fue entonces cuando el toro empezó a perder su nativa fiereza, pero mejoró en sus efectos. Otro punto por tratar es la controversia de quienes afirman que las corridas por televisión no se sienten. Tal vez se sienten más, porque se encuentra el espectador en la tranquilidad de su hogar. Con la actual tecnología, hay cámaras hasta en el piso y en cualquier rincón, lo cual permite observar al toro a plenitud.   La función del público en una plaza es actoral, el público condiciona al Toreo, lo calienta, enfría, impulsa o destruye. Lo determina de manera decisiva, su diálogo constante durante la lidia va premiándolo, censurándolo, afirmándolo y, cuando el arte de torear alborota, el clamor le pone su matiz. La televisión es una milagrosa capacidad informativa, y una oportunidad de asistir a citas donde se pasea la muerte, en aras de un atinado muletero.  La muerte se encuentra invitada todas las tardes, pero el día que asiste, no hay parámetros, en salvaguarda existen tan excelsos médicos que los toreros logran salvarse, derrumbando la trillada frase que los matadores quieren morirse en una plaza. Eso, hoy es casi imposible, como no lleven una pistola fajada. Morir en un ruedo es una gloria; una gloria que muy pocos obtienen.  arruzina@gmail.com 

Las oportunidades perdidas

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Este año que concluye cambió el escenario político de México de manera trascendental. La madurez cívica política que se adjudicó al electorado mexicano a partir del año 2000, cuando ciertamente y en un sorprendente como evolutivo giro, los votos llevaron a la silla presidencial a Vicente Fox Quesada, el candidato del PRI que de la mano del Presidente de la transición, Ernesto Zedillo Ponce de León, quien acabó con el septuagenario reinado priista en la Presidencia de la República. Pero doce años de inercia en el Gobierno Federal en las manos de Fox y de Felipe Calderón Hinojosa, más el ejercicio de las viejas, ilegales y enraizadas prácticas electorales del PRI, nos regresaron este 2012 al priato. Estamos de vuelta de donde tanto quisimos salir. Y peor aún, con el PRI más recalcitrante, de cepa y tricolor que puede existir, el del Estado de México, donde los políticos hacen política sin importar la sociedad, donde los profesores se hacen ricos, y se practica toda suerte de engaños palaciegos. Este 2012 puede ser calificado también como el año de las oportunidades perdidas. Los mexicanos perdimos la oportunidad de mantener a los representantes del PRI fuera de las manos del Gobierno Federal. Embaucados muchos con tarjetas electrónicas con dinero, con crédito para llamadas telefónicas, con plásticos canjeables por comestibles y otras dádivas tan ilegales como impunes, el voto favoreció a Enrique Peña Nieto. La nota fue internacional. El regreso del dinosaurio fue un cabezal en Europa, Mister Telenovela a la Presidencia fue otro; el regreso del PRI fue lo más llamativo de México, aparte de la inmisericorde ola de violencia que en seis años de Felipe Calderón, dejó más de 81 mil muertos en su guerra contra el narcotráfico. La sospecha de la compra de votos permanecerá mientras las investigaciones sobre los monederos electrónicos Monex -que en el PRI aceptaron comprar por millones de pesos-, las tarjetas de supermercado Soriana y los excesivos gastos en la campaña, dormirán en la congeladora de un país que es gobernado por el sospechoso principal de tales actos. Se perdieron dos oportunidades el 1 de julio de 2012 en la elección presidencial. Perdimos la oportunidad de darle el voto de confianza a un representante de izquierda, y perdimos la oportunidad de ser gobernados por una mujer. No son estos hechos solo adjudicables a una sospechosa compra de votos por parte de los representantes del Partido Revolucionario Institucional, son también resultado de las malas decisiones del de la izquierda y de la mujer. Confiado en su Movimiento de Regeneración Nacional, Andrés Manuel López Obrador se separó lo más que pudo de su partido matriz, el de la Revolución Democrática, donde ciertamente una parte de sus líderes tomaron esta decisión con beneplácito, debido a su encono hacia el protagonismo de López. Sabedor de las prácticas oscuras de los priistas, López Obrador no organizó una estructura para cuidar la elección no solo en las urnas sino durante la campaña, punto central de la estrategia del PRI para agenciarse la presidencia otra vez. Los votos para la izquierda fueron hartos, pero no suficientes, el país una vez más se dividió entre quienes querían el cambio y aquellos que por necesidad, interés o simpatía, apostaron al regreso. El PAN, en la lona. Josefina Vázquez Mota perdió la oportunidad de ser la primera mujer en gobernar este país. Dicen los panistas -incluido el gobernador José Guadalupe Osuna Millán- que fueron los errores de la campaña de la dama los que los llevaron a la estrepitosa caída electoral. Pero también es importante puntualizar que su partido, el PAN, la dejó sola. Que la Presidencia de la República la abandonó, que Felipe Calderón no la deseaba como candidata, y la suma de todos estos hechos los llevó a perder lo que los mexicanos les dieron con tanta confianza y esperanza 12 años atrás: las riendas del país. Entre las oportunidades perdidas, también están las que se encuadran en la criminalidad y la violencia del país. El ex Presidente Calderón perdió la oportunidad -por omisión, por incapacidad o por otra cosa- de apresar al capo más buscado de los últimos años en el mundo. Por lo menos en tres ocasiones Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” escapó a la justicia del Gobierno Federal. También el Gobierno del Estado de Baja California perdió la oportunidad de finalmente y como la Ley manda, enjuiciar a Jorge Hank Rhon. Dos expedientes donde es señalado como autor intelectual en seis asesinatos están en la Procuraduría General de Justicia del Estado. En la etapa de integración de la averiguación, dos personas que trabajaron para Hank lo han señalado como quien ordenó los crímenes, que corresponden principalmente a policías y personal de seguridad que trabajaron para él, así como el de la madre de uno de sus nietos, la joven María Angélica Muñoz Cervantes. Como ha sucedido en los casos de sospecha que rodean a este hombre, el Poder Judicial ha sido benévolo con él. Primero sucedió en 2011, cuando una Jueza de Distrito lo dejó en libertad luego que el Ejército decomisara en terrenos del Hipódromo Agua Caliente, armas de uso exclusivo del Ejército, y después, cuando un Juez Local negó una orden de arraigo para que la PGJE pudiera consolidar su investigación por los asesinatos. La oportunidad de procesarlo se le fue al gobernador José Guadalupe Osuna Millán, porque ahora la PGR está en manos del PRI, el mismo partido que aun con todos estos antecedentes, considera a Jorge Hank Rhon como un aspirante al gobierno de Baja California. Ahí pues las principales oportunidades perdidas en 2012. Usted, ¿piensa en otras?   P.D. Que 2013 sea el año de la recuperación, la libertad, el desarrollo y la justicia. Salud.

Decreto, a punto

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El doctor Mario Herrera, Premio Nacional a la Investigación Jurídica 2008, reveló a ZETA que la Iniciativa de Decreto que envió recientemente el alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante, al Congreso del Estado, donde se solicita que la Fiesta Brava se convierta en Patrimonio Inmaterial Turístico y Económico de Baja California, tiene todas las posibilidades de ser aprobada. El también director de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y autor de trece obras, entre éstas “Comentarios a la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Baja California”, apuntó que ve difícil se repruebe la citada iniciativa, e indicó que tal vez haya controversia en opiniones, pero no existe una violación a la Constitución. Detalló que la Ley es general, y el Decreto, particular. El proceso inicia con un proyecto que se presenta al Congreso. Hay iniciativas de Ley que son resultado de estudios y consultas. Advirtió que el Congreso como está integrado se neutraliza y tienen que pactar, en este tema y otros, ya que su problema es la poca experiencia legislativa de sus integrantes, resultado de la no reelección. El objetivo de dicha propuesta es garantizar dicha actividad en Baja California, por ser un atractivo turístico, detonante económico y un galardón de postrimería. Es menester de los ayuntamientos el fomentar, vigilar, facilitar la viabilidad y actividad de la Fiesta Brava, declarada ya, protegida. Actualmente en distintos países se ha generado un movimiento contundente por salvaguardar la Tauromaquia. La Iniciativa de Decreto se resume en lo siguiente: Debe protegerse la Fiesta de los Toros. El desarrollo de nuestro estado, su progreso y nivel alcanzado en los primeros sesenta años, se sustentó en el afán de superación, el trabajo y visión de todos los involucrados en la noble y fiel tarea de progresar. Se cimienta en lo dispuesto en  el Artículo 115, Fracción Dos, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; Artículo 81, Fracción Uno, de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Baja California; Artículo 9, fracciones Uno y Cuatro de la Ley del Régimen Municipal para el Estado de Baja California, en relación con los artículos 18, 44, 47 y restantes aplicables del Reglamento Interno de Cabildo del Ayuntamiento de Tijuana. Al margen de lo declarado por Herrera, otras personas solicitan al gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, apoyar esta digna causa, como a nivel mundial lo ha hecho la mayoría de gobernantes. Las corridas de toros han formado parte de los mayores atractivos y factor relevante para ofrecer a los visitantes un arte que no tienen en su país. En el caso de Baja California, todo inició en Tijuana, el 3 de julio de 1938, al inaugurarse el Toreo, y en Mexicali el 15 de septiembre de 1942. Con un cupo para 20 mil personas, la Plaza Monumental de Tijuana abrió sus puertas el 26 de junio de 1960. La Plaza Calafia de Mexicali, de 10 mil 500 asientos, se inauguró el 16 de noviembre de 1975. Esto ha permitido generar incontables empleos y dividendos. En la entidad han existido las ganaderías de Santa Verónica, Santa Alicia y La Misión. La Fiesta en el estado se desarrolla en un ambiente totalmente familiar, promoviendo la cultura y el arte entre las nuevas generaciones, y forjando un legado histórico que preserva las tradiciones y leyendas. Actualmente en Tijuana existe la Escuela Taurina “Teresa Miret”, propiedad de su director Manuel Bowser y un equipo de trabajo que todos los sábados, de manera gratuita, ofrecen clases de 10:00 am a 4:00 pm, en las instalaciones de su finca en la Villa Charra del Gato Bronco (con capacidad para ocho mil personas). El salón de clases se encuentra en el palenque, se entra por la puerta de atrás. Por cierto, hay entre muchos, dos alumnos relevantes: Armando Frausto (11 años) y Daniel García (9 años), se sugiere memorizar estos nombres que próximamente darán mucho de qué hablar. Un historiador comentó que ir contra la Fiesta, es absurdo, es atentar contra 250 ganaderías debidamente registradas en la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia. Es ir contra más de dos mil matadores, mil novilleros, la misma cantidad de subalternos, todos miembros activos de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, y agremiados a la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Es ir contra los empresarios más importantes del país. El mundo de los toros es de millonarios, millonarios que no van a tirar sus fortunas por las ocurrencias de regidores o diputados que no tienen nada que hacer. Si por algún motivo estos funcionarios desconocen los citados puntos, hay escuelas taurinas en todo el país, incluyendo Tijuana, además son gratis, así que no aprende el que no quiere, el horario es flexible y no importa la edad, tampoco la investidura. El único requisito es el respeto y la voluntad; el cuaderno, lápices, avíos y todo lo necesario, ahí se proporcionan. Aunque la mente va por su cuenta. Se supone que tanto regidores como diputados, ocupan esas bien pagadas posiciones para defender al pueblo y buscar su bienestar. arruzina@gmail.com

Imitadores

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Hubo un tiempo en que los partidarios de la izquierda representaron la figura del cambio en la política mexicana. Fue antes que el PRI perdiera elecciones y en el último tercio del siglo pasado. La hegemonía priista –que viene de regreso– mandó a muchos pensadores hacia el camino de la izquierda ante tanto abuso, presión y represión. Lamentablemente para ellos, para las mujeres y hombres que integraron la izquierda, izquierda, no tuvieron la convocatoria suficiente para defender las elecciones que ganaron pero les robaron. El clima político continuó igual. Después los panistas tuvieron su oportunidad; a partir de 1989 cuando se reconoce y valida el triunfo de Ernesto Ruffo Appel como gobernador en Baja California el panorama para los azules comenzó a cambiar. Se vieron favorecidos no solo con el voto, acaso con la defensa ciudadana sobre los resultados electorales. Sin embargo el PRI continuó dominando la escena nacional. En este periodo, PRI Presidencia, PAN Estados, los políticos no maduraron en el proceso de alternancia; cualquiera hubiese apostado que enfrentados en el poder como oposición uno del otro, el afán de destacar para mantener el nivel de votación, hubiese sido la ganancia de ese periodo. Pero no; mientras los priistas mantuvieron sus añejas, caciquiles costumbres del poder, los panistas aprendieron a vivir en ese entorno, con esas mismas prácticas y adicionaron las suyas para terminar siendo un PAN-Gobierno. Los electores un poco, voltearon a ver a la clase empresarial en busca de oportunidades en la política. La premisa era tan sencilla como lógica: si administran bien las empresas, pueden hacer una buena administración pública. Además, por ser empresarios no tendrían esa personalidad del político que todo lo presiona, que todo lo corrompe. Así, de hecho, llegó Ernesto Ruffo Appel primero a la alcaldía y después al Gobierno de Baja California. Había sido empresario de la empacadora más importante del puerto y representante en la COPARMEX. Los liderazgos pues, en la última década del siglo pasado y la primera de éste, nacieron en el sector empresarial. Las cámaras, los organismos cupulares cobraron renombre a partir de la decadencia del entorno político, pero la cercanía de los hombres de negocios con los hombres de la política, terminó no por cambiar a los segundos, sino por afectar a los primeros. En el año 2006 fue el Consejo Coordinador Empresarial el organismo que presionó a partir de anuncios en radio, prensa y televisión, para denostar a quien era el representante de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador. La intromisión de los hombres de negocios en la campaña electoral terminó por evidenciar la liga de intereses entre los del dinero y los de la política. Como si ese desgaste no fuese suficiente, en la reciente elección federal, el presidente de la Consejo Coordinador Empresarial, Mario Sánchez, abandonó la rica e importante posición para –de verdad, para no plagiar el ¡En Zerio!- irse de diputado plurinominal por el Partido Acción Nacional. Uno de 500 contra el sitio uno que ostentaba en la cúpula empresarial nacional. En Baja California después de Ernesto Ruffo otros empresarios han logrado posiciones electorales. Y en todos los casos, ha sucedido lo mismo: las prácticas políticas los sobrepasan a la actividad administrativa. Es decir, una vez que llegan al poder que les confiere el ciudadano olvidan la austeridad empresarial, la buena administración y el bajo perfil y la eficiencia laboral. Recientemente dos casos. En por lo menos 20 años no se había visto que un presidente del Consejo Coordinador Empresarial explotara su imagen en carteleras bajo el disfraz de una campaña que fomenta el consumo interno. Siempre los anuncios de los empresarios habían sido más discretos, austeros y directos, lo cual hablaba no solo de un ahorro sino de un NO al desperdicio de recursos para preservar el culto a la imagen. Pero Mario Escobedo, el presidente del CCE, trae su propia agenda política, y en lugar que desde su trinchera haga un llamado a la cordura del adelanto de la agenda electoral, se suma a la misma utilizando la posición que el resto de las presidencias de organismos empresariales le concedieron para representar sus intereses y no los propios y además políticos. Escobedo se convierte así en un político más del montón que cree que con espectaculares se ganan elecciones, es el caso de Antonio Valladolid, Cuauhtémoc Cardona, Óscar Vega, y otros que ante la falta de hechos memorables y beneficiosos en su haber político administrativo, recurren a la saturación de su imagen para convencer. El señor Escobedo lo ha dicho, quiere ser candidato a Presidente Municipal por el PRI en Tijuana, posición que de hecho ya tuvo en sus manos pero por alguna razón que solo él conoce, dejó ir en 2010. Un día apoya a Carlos Bustamante para adherirse a ese grupo con miras a lograr la nominación, y otro es solidario a Fernando Castro Trenti para captar su atención y gracia. El otro caso, Gastón Luken, que de empresario de prosapia pasó a ser diputado federal de muy bajo perfil dentro del grupo de Acción Nacional en la anterior legislatura federal, y ahora de la nada, con solo esa posición en su currículum político, quiere ser candidato a Gobernador por el PAN. Los dos hombres han perdido el atractivo del hombre de negocios, ocultan la austeridad, y se entregan al despilfarro económico –en el caso de Escobedo a costa del CCE– para evidenciarse como lo que son, políticos en traje de empresarios. Malos imitadores de políticos de antaño.

“El Juli”: Señorial

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Arturo Saldívar y Diego Silveti se enfrentaron ante la maestría, dominio y poderío de la figura mundial, Julián López “El Juli”. A pesar de la supremacía, los mexicanos no se rindieron y dieron la cara en una tarde memorable donde se cortaron seis orejas, en los tres primeros toros de la ganadería Los Encinos que resultaron extraordinarios. Superar al maestro “Juli” es imposible, pero sí se le puede dar batalla, a grado tal que Julián así lo reconoció, y les brindó a Saldívar y Silveti el segundo de su lote. Un gesto de caballero y de respaldo a su actuación, y por encima de todo a sus alcances y logros, que les permitió también salir por la puerta grande. Correspondió a Julián, “Huizache”, de 513 kilos, negro, alto, largo, enmorrillado y con trapío, al que le bajó las manos en trepidantes chicuelinas. El toro acudió en varas, fue claro, alegre se arrancó de tercio a tercio, arremetió con bravura. Toreando por bajo y con reposo absoluto, sintiendo cada muletazo y eso combinado con el sitio, valor, firmeza de procedimientos, “El Juli” coadyuvó a prolongar las embestidas. Cabe destacar que tuvo particular interés en seleccionar a Los Encinos para la sexta corrida de la temporada grande 2012-2013, del 25 de noviembre en la Plaza México. Los Encinos es propiedad de Eduardo Martínez Urquidi, de divisa verde, rosa y azul, fundada en 1990 en el rancho “El Cirilo” de Pedro Escobedo, Querétaro. Tiene sangre de Saltillo, vía Antonio Llaguno, San Martín, Tequisquiapan, Garfias, Teófilo Gómez, Paco Camino y Valparaíso. Con el paso de los años ha logrado un toro de calidad, recorrido, de temple y finas hechuras. Y aún persiguen la ruta de la  perfección. “El Juli” dio con el eje de la cintura una real dimensión a derechazos y naturales, toreando con largueza; el bovino metía la cabeza con los riñones, haciendo descubrir a un ejemplar de campeonato. En tanto, Julián alargaba los trazos, gustándose, disfrutando el Toreo y detallando interminables naturales. Salió a defender su sitio y encantó nuevamente a la afición, con doblones tersos, sometiendo al encastado “Huizache”, paulatinamente levantó su obra, alternando frenesí con calidad. Dueño de la escena, “El Juli” trazó portentosamente, reteniendo a su “socio” con toques suaves y dejando muerta la muleta. Los asistentes extasiados, no dejaban de aplaudir y gritar “¡torero, torero, torero!”. Sucedieron dosantinas, el Toreo en redondo, metiéndose en la cuna. Un supremo “Juli” se fue tras la cruz, pinchando en lo alto, luego cobró una entera, convirtiéndose el recinto en palomar. El astado recibió arrastre lento y Julián, las dos orejas. Arturo Saldívar y Diego Silveti, igual triunfaron, ante ganado bravo que es lo que trasciende. arruzina@gmail.com  

Los últimos seis años

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Al Presidente Felipe Calderón Hinojosa le quedan siete días como mandatario nacional. Pasará a la historia como el panista que regresó Los Pinos al PRI. Cuestionada fue su llegada como cuestionada es la entrega de la banda presidencial. El michoacano llegó en medio de la sospecha de ilegitimidad. Menos de un dígito de distancia en la justa electoral de su más cercano competidor fue el inicio de su administración que destacaría por la sangre derramada en seis años de inseguridad y crecimiento del narcotráfico en México. De la accidentada toma de protesta en medio de sospechas de fraude al final del sexenio las boletas electorales de aquel 2006 siguen siendo motivo de controversia. Contra la consigna del Instituto Federal Electoral para destruirlas, la reacción de la Organización de las Naciones Unidas para mantenerlas, pero la malora cláusula electoral que impide revisarlas. Felipe Calderón fue polémico de principio a fin de su administración. Qué nos deja el Presidente. Luego de los gritos de ilegítimo, Calderón se quiso legitimar utilizando a las fuerzas armadas en el combate al narcotráfico que en México y al inicio de su administración empezó el camino hacia su empoderamiento. Sacó a los Militares de los cuarteles y a los Marinos de los Puertos para lanzarlos a la calle ante la corrupción que había en instancias policiacas municipales, estatales y federales. Prometió regresarlos cuando la limpia de deshonestos hubiese terminado. Pero no lo cumplió. Cosa contraria, vulneró a la milicia mexicana ante el brazo corruptor del narcotráfico y el crimen organizado. Nunca como ahora tantos Generales, tantos soldados encarcelados por haberse rendido a las mieles de la dádiva con dinero ilícito. Y por otro lado, Calderón no limpió las corporaciones. Ni las propias. Hasta hace unos días los Policías Federales, funcionarios en la PGR y en la Secretaría de Seguridad Pública, han sido exhibidos tan corruptos como siempre. De tres procuradores que tuvo, ninguno fue capaz de asear la Fiscalía Nacional, y su amigo Genaro García Luna fue incapaz para ordenar a los suyos. Felipe Calderón no limpió las corporaciones, evidenció a las fuerzas armadas. Su estrategia de combate a la inseguridad, basada prácticamente en la captura y el decomiso, dejó de lado el combate al lavado de dinero, el congelamiento de bienes, la disminución de las adicciones, el desarme de las calles. Contribuyó con la impunidad que su gobierno proveyó, a la creación de más organizaciones criminales, más cárteles, y más muertos. En un excelente reportaje de Enrique Mendoza y Rosario Mosso en esta edición, se da cuenta de ello. Más de 30 cárteles al finalizar el sexenio calderonista, y más de 83 mil ejecutados producto de esa guerra insana. En términos de la administración federal, el Presidente Calderón no hizo reformas sustanciales. Fuera de sus programas de asistencialistas como el Seguro popular, Oportunidades, Piso firme y otros; la estructura gubernamental no tuvo variación, ni la forma de hacer gobierno ni la nómina, sufrieron modificaciones en beneficio de los mexicanos. Acaso se engordó esta última de panistas de manera inmisericorde para el presupuesto. Las obras que hasta hace unos días seguía inaugurando, son producto –o al menos debieran serlo– no para presumirse, o de orgullo, sino una obligación de todo gobierno. Las decisiones en materia económica que tanto afectaron la frontera las deja de herencia, lo mismo que un doble impuesto. México perdió inversiones y se ganó muchas alertas de inseguridad en estos últimos seis años. En el ámbito electoral, ahí está la estadística. Redujo a su partido el PAN a la tercera posición, luego que Vicente Fox lo coronó en el año 2000 y Calderón lo entregó, ya raquítico después de perder espacios de manera consecutiva en el poder legislativo y en los gobiernos de los estados. Luego su mala suerte. La influenza, las tragedias climáticas, dos accidentes aéreos que lo dejaron sin dos secretarios de gobernación, dos de sus colaboradores enfermos de gravedad, su mujer operada, no paró el hombre de penar ante tanta tragedia. Realmente los últimos días han sido para el Presidente Felipe Calderón de goce, de disfrute. Se le ve relajado en justas deportivas, en actos culturales, en elogios y reuniones de cebollazo puro. Ya nada importa, siete días de gobierno no son nada, él se va a descansar y los mexicanos todos nos quedamos con Enrique Peña Nieto. Bonita cosa.

Vienen a triunfar

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El domingo 18 y el lunes 19 de noviembre, durante la temporada grande 2012-2013 en la Plaza México, estudiosos y aficionados pudieron disfrutar dos excelsas faenas. La de los españoles Daniel Luque y Morante de la Puebla, respectivamente. La de Luque mereció arrastre lento y cada quien cortó dos orejas, saliendo por la puerta grande.  El domingo saltó al ruedo, “Luna Brava”, número 45, 485 kilos, cárdeno oscuro, bragado, meano, lucero, cornidelantero, vuelto y tocado del izquierdo de La Estancia, un toro fijo y noble. Daniel Luque (marino y oro) le cuajó una extraordinaria faena que empezó con lances a pies juntos, luego ajustadísimos mandiles, rematando con la media y un quite por chicuelinas. Su quehacer caló hondo en el ánimo de la concurrencia, hubo dosantinas, pases de pecho y el desdén, naturales y derechazos. Su peón de confianza, Antonio Punta Mena, salió al tercio. En todo momento, el toro mostró calidad, claridad, recorrido, obediencia a los toques y alegría, fue de largo al caballo y perfectamente aprovechado por las muñecas privilegiadas de Luque, quien inspirado, anduvo relajado, en artista y en torero, dándole dimensión y estructura a los muletazos, acoplando los ritmos de la embestida, pudiéndole con temple a “Luna Brava” ante un público totalmente entregado. El astado fue dando de más en la medida que la faena avanzaba en cambios por la espalda, en una tarea de entrega en cuerpo y alma. Certera estocada, arrastre lento, dos orejas y salida a hombros. El lunes hizo su aparición “Chatote”, número 180, 486 kilos, negro, bragado, meano y paliabierto, de San Isidro. En el turno, Morante de la Puebla, (verde bandera y oro) realizó faena sumamente interesante y precisa. En el primer tercio no hubo lucimiento, pero después vendría lo bueno. Le dio su tiempo, convenciéndolo a meterse en su muleta.  Una faena muy pensada, esmeradamente trabajada, hasta que logró cuajarlo aprovechando su obediencia, aunque no era un derroche de bravura. Lo aguantó como los grandes y al pasarse la muleta a la mano izquierda, empezó la sinfonía, enseñándolo a embestir, entre arte y torería. Trasteos de menos a más con valor y técnica, sin enmendar, los naturales fueron de temple y mando. De repente “Chatote” se desdibujaba, y con gran valor, De la Puebla se quedaba en la cara. Era un burel que presentaba problemas y lo fue midiendo, mostrando al otro Morante. Dosificó el poder a “Chatote”, que era manso y se rajaba  Había que estarse cruzando y cambiándole el terreno. Sin embargo, Morante le desmayaba la muleta y se abandonaba a un Toreo que le era ruidosamente festejado. Es sapiente lidiador. Ha ganado en calidad, madurez y experiencia, logrando una Tauromaquia muy sólida. Ante tanta expresión, sus bonos tocaron la cuerda de lo sublime. Una media, retribuida con dos orejas. Y el público salió enamorado. arruzina@gmail.com