Hoy, pueblos enteros son cómplices de aquellos que cometieron el crimen y el rapto, porque están obligando al pueblo de Israel a no intentar rescatarlos, a pagar un precio caro haciendo héroes a los ofensores y raptores, y aplaudiendo su cruel e inmoral actuación. Yo he sido testigo de los crímenes de los romanos.
De Rusia a Guadalajara aparece el Sr. Wolf Modelevsky, que, sin un quinto, recibe ayuda de un correligionario que le da calcetines a vender en un puesto público y le enseña a decir: “Dos pares por 25 centavos”, “Cuatro pares por 50 centavos” y “Ocho pares por un peso”.
Acudo a visitarlo, y me recibe con la misma cordialidad de las ocasiones de pesca en Tijuana. Le pido lo imposible: un cuadro de cada una de mis hijas. Sin dudarlo, Alex me dice que sí y eventualmente se vuelve realidad su generosidad con dos preciosos cuadros que adornan las paredes de mi casa.
Japón sigue batallando con sus aguas litorales contaminadas. Europa cerró instalaciones por su peligrosidad y para buscar energía debemos extraerla de la luz y del sol. Quizás de las olas del mar o de los vientos. Sin embargo, hay nueve países que poseen bombas atómicas.
Estaba yo haciendo ejercicio en el Gimnasio Silvestre y, vive Dios, me entrenaba el mismísimo Mr. Universo: alto, con una gentil sonrisa, el simpático Eduardo Silvestre. Había sido ya Mr. México, Mr. América y finalmente Mr. Universo.
China derroca al corrupto régimen de Chiang Kai-shek, quien se apoltrona en Formosa (Taiwan) y Mao convierte al país oriental en un estado comunista. Se desencadenan las guerras de Corea y Vietnam, y las fichas de dominó caen en manos del comunismo.
Yo, Josepho Flavio (Josef ben Matityahu), historiador del siglo I, desertor de mi pueblo y arrepentido narré la primer guerra judeo-romana para hablar de la lucha de mi gente, me volví historiador. Hoy dos mil años después retomo la pluma para contar las nuevas guerras del siglo XXI.
Volodimir Zelenski nació en 1978 en la República Socialista Soviética de Ucrania. Un cómico, simpático y alegre, que ganó el campeonato de baile de su país, intenta hacer una telenovela en la que él aparece como el presidente de Ucrania, una novela exitosa: “Servidor del Pueblo”.
Han pasado los años, y recuerdo con cariño la preciosa hospitalidad brindada por la familia Rosenfelt hacia mí y la amistad que siempre me ha unido con mi amigo Jorge. Algunos de los personajes de esta historia, que tiene resabios de lo acontecido en la funesta Segunda Guerra Mundial, ya han fallecido.
Recuerdo con especial cariño a mi compañero de escuela Luis Nieto, cuyo papá trabajaba de plomero y que me invitaba a su casa impecablemente limpia, donde la señora Nieto guardaba la colección del Tesoro de la Juventud.