La discapacidad es un concepto dinámico que evoluciona constantemente y que resulta de la interacción entre las personas con alguna deficiencia, y las barreras actitudinales del entorno que limitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones. La mayoría de las personas, por la propia naturaleza de la condición humana, experimentaremos algún tipo de deficiencia o limitación en algún momento de la vida.
A lo largo del tiempo, el concepto de discapacidad ha cambiado de manera significativa, pasó de ser entendido como un problema religioso, luego médico, posteriormente social, y, finalmente, como una cuestión de derechos humanos. Sin embargo, la exclusión de nosotras, las personas con discapacidad, sigue siendo una realidad cotidiana, pues las estructuras sociales, económicas, jurídicas y políticas, fueron diseñadas principalmente para quienes viven sin discapacidad.
Así, para garantizar el goce y ejercicio de todos los derechos humanos en igualdad de condiciones, existen los ajustes razonables, que son las modificaciones y adaptaciones necesarias, y adecuadas, que no imponen una carga desproporcionada o indebida. Su denegación injustificada constituye un acto de discriminación.
Los ajustes razonables son una obligación individualizada, ya que dependen de que se soliciten o de que se adviertan barreras específicas en el entorno que enfrenta una persona en particular. Además, implican un proceso de diálogo entre quien los solicita y la parte responsable de implementarlos.
Los ajustes razonables son fundamentales, porque nos permiten ejercer nuestros derechos en igualdad de condiciones, eliminando las barreras específicas que limitan nuestra participación plena. No se trata de privilegios, sino de medidas necesarias para garantizar la dignidad, la autonomía y la igualdad, asegurando que cada persona pueda acceder a oportunidades sin discriminación.
En conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el 3 de diciembre, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, presentó la Guía para la Implementación de Ajustes Razonables que Mejoran Servicios y Transforman Vidas, evento en el que tuve el honor de participar.
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Este documento busca eliminar barreras estructurales y promover prácticas institucionales que garanticen un trato digno hacia las personas con discapacidad. La guía identifica prácticas comunes de exclusión, tales como:
*Negación de ingreso con perros guía.
*Ausencia de rampas o elevadores.
*Cajas prioritarias cerradas.
*Falta de intérpretes de Lengua de Señas Mexicana.
*Señalización inaccesible.
*Plataformas digitales incompatibles con lectores de pantalla.
*Procesos de atención que desconocen las necesidades particulares de las personas.
Los ajustes razonables representan mucho más que simples adaptaciones, son herramientas que transforman vidas. Al eliminar las barreras que impiden nuestra participación plena, permiten que cada persona con discapacidad acceda a oportunidades reales. Cada ajuste implementado se convierte en un símbolo de transformación y oportunidades.
La verdadera fuerza de los ajustes razonables radica en su capacidad de asegurar que todas las personas con discapacidad podamos acceder a nuestros derechos. Son, en esencia, la prueba de que la igualdad no es un discurso, sino una práctica que transforma vidas y que nos acerca a una sociedad más humana, solidaria y equitativa.
Melba Adriana Olvera fue presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Baja California.
Correo: [email protected]






