Jessie Buckley es la fuerza en esta historia llevada al cine por Chloé Zhao donde interpreta a Agnes, la mujer con quien William Shakespeare tiene a su hijo Hamnet, a quien pierde y se cree que en su nombre queda una de sus obras teatrales más aclamadas.
El punto de partida es la novela de Maggie O’Farrell, con un feminismo galopante que recubre lo que pudo haber sido la verdadera anécdota del padre de las letras inglesas puesto a prueba por el amor de su vida, su carrera en ascenso y la muerte de un hijo.
Agnes no era una mujer fácil; tenía carácter y un espíritu libre a quien el joven Shakespeare conoce porque acude a la casa de los Hathaway a prestar sus servicios para pagar la deuda de su padre con esa familia.
Paul Mescal es brillante al encarnar al genio del teatro, iluminado, primero, por la intensidad de esta joven y luego destrozado por un duelo que lo lleva a la indecisión, y después cada vez más distante de la vida cotidiana a medida que su fama lo lleva a Londres donde estrena “Hamlet” y debe tolerar la intransigencia de Agnes.
Sin embargo, todo el peso de esta cinta recae en Buckley. Qué actuación tan multifacética, sólida y creíble en este largometraje que cuenta una historia de amor con todos sus altibajos, llena de emotividad y simplemente memorable, vaya, de lo mejor que se ha visto en 2025. ****
Punto final.- Ya viene el buen cine rumbo al Óscar.







