La marcha de la Generación Z realizada este sábado 15 de noviembre en la Ciudad de México culminó en momentos de tensión y actos de vandalismo después de que un grupo de manifestantes derribara las vallas colocadas frente a Palacio Nacional, lo que provocó que la policía capitalina los repeliera utilizando extintores.
Tras lograr retirar parte de las estructuras metálicas que resguardaban la residencia oficial de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la policía se reagrupó para contener al denominado bloque negro, mientras otros asistentes observaban la confrontación. Personas de la tercera edad y otros manifestantes optaron por retirarse del Zócalo al inicio del choque con las autoridades.
“Los mandan para que no avancemos”, reclamó una mujer que marchaba junto a su hija al ver el despliegue policiaco.
Entre los participantes estaba Samantha, veterinaria de 27 años, quien portaba símbolos de One Piece y aseguró haber asistido por hartazgo ante la inseguridad. “La Presidenta cree que somos acarreados, pero no, estamos jóvenes y también hay papás… No somos acarreados”, afirmó.
Al celebrarse el retiro de algunas vallas, los asistentes corearon “¡Sí se puede, sí se puede!”. Esteban, profesor que acudió a la movilización, destacó que no sólo jóvenes se sumaron: “Mientras sea por el bien del país, excelente, el país los necesita a todos”. Una mujer intervino enseguida para enfatizar: “¡Aquí no hay partidos!”.
La protesta continuó entre consignas por mayor seguridad y denuncias de abandono gubernamental, cerrando una jornada marcada por contrastes entre reclamos pacíficos y momentos de violencia frente a Palacio Nacional. Con información de SinEmbargo







