“Todos los dictadores, independientemente de la época y del país, tienen un rasgo común: lo saben todo y son expertos en todo”.
-Ryzard Kapuscinski, El Imperio.
Ryzard Kapuscinski, periodista bielorruso, fue, como Gabriel García Márquez, conocido de don Jesús Blancornelas, joven ciclista potosino que se inició en el periodismo deportivo. Cuando nació la revista Proceso en 1976; él fue director de El Imparcial de Hermosillo, Sonora, y antes de La Voz de la Frontera en Mexicali. De ahí fundaría el diario ABC, que le fue arrebatado por el gobierno de Bob de la Madrid; como por Echeverría en el caso de Excélsior con don Julio Scherer García.
Si los nazis ejecutaron comunicadores, como a Tito Brandsma, sacerdote carmelita holandés, o al franciscano polaco Maximiliano Kolbe, y a muchos periodistas, pensadores y escritores; la Rusia zarista como la soviética, asesinaron a muchos pensadores y escritores como recientemente a Gongadzde en la Ucrania post soviética.
Gracias al periodismo de investigación de Blancornelas y ZETA, es como se conocieron los crímenes de varios periodistas en Tijuana, en particular por las crónicas de don Jesús.
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Cita Kapuscinski en El Imperio, que “Rusia ha vomitado la bazofia con que la alimentaban”. (Dostoievsky). En el Congreso Nacional de Derechos Humanos (Tijuana, 1993), Blancornelas al hablar del periodismo ante el TLC, urgía poner en práctica la ética periodística por el bien de la comunidad y de los comunicadores y medios: prensa, radio y televisión. Cierto que el comercio internacional es de bienes y servicios y de cosas, pero en el centro están las personas: trabajadores, migrantes, legales e ilegales entre Canadá, USA y México.

No se trataba, pues, de un capitalismo salvaje, sino de un tratado entre naciones cercanas por el hemisferio, pero por la raza y las culturas; no puro negocio. Hay quienes por años se han dedicado a esquilmar a los paisanos, arrebatándoles cuanto pueden. La deshumanización como revela Viktor E. Frankl, sobreviviente de Auschwitz-Birkenau, y profesor de Logoterapia en la Universidad de California en San Diego (La Jolla), se manifiesta en el siglo XX y XXI en las neurosis del suicidio, violencia y drogadicción.
Desde su fundación, muchos medios en Baja California, en especial ZETA, han orientado a la comunidad denunciando los abusos de todas las instituciones públicas y privadas de ambos lados de la frontera.
Entre 1945 y 1950, Yugoslavia tomó como modelo la URSS, con la cual tenía gran parecido no sólo en la estructura, sino también en el funcionamiento, pues se trataba de un estado burocráticamente centralizado bajo la dictadura del partido comunista.
Cuando Yugoslavia se fue alejando de la censura en los medios (Gertrude Joch Robinson, socialismo y medios de comunicación), los resultados quedaron a la vista y ejemplo de las naciones comunistas antes de 1989; con el derrumbamiento de la Rusia soviética: Alemania oriental, Bielorrusia, Polonia, etcétera. Cómo creció la prensa yugoslava entre 1939 y 1974, al ir dejando el control comunista a la prensa un poco libre; en 1939 había en la Yugoslavia censura comunista, sólo 322 periódicos, a quienes como en México (PIPSA) les controlaba la venta de papel. Ya en 1961, había 1,039 periódicos, con una circulación global de 7.24 millones, comparados al 0.75 en 1939; y ya en 1974, en Yugoslavia circulaban 1,988 periódicos con 9.28 millones de circulación.
La recepción de Tanjug (agencia yugoslava) de toda la información nacional y extranjera –como la Tass soviética- “impedía la aparición de puntos de vista regionales diferenciados, y la escasez de periodistas avezados reforzaba adicionalmente esta tendencia”, explica Gertrude Joch.
En Tijuana, Blancornelas, fundador de ZETA en 1980, ya había trabajado en El Imparcial y en La Voz de la Frontera, por eso urgía a los comunicadores y empresarios de la comunicación a estar a la altura del Tratado de Libre Comercio, enfatizando que las personas, los seres humanos siempre, son los trabajadores los que entregan su vida. Desafortunadamente muchos medios son sólo empresas cuya prioridad no son los pobres, ni los migrantes, ni enfermos; el centro de su atención son las ganancias; no les importan los trabajadores, los clientes, la naturaleza, los bienes ecológicos.

Y como en los tiempos de Marx, parece que ahora un fantasma recorre América, no sólo Europa, que se subrayaba en la Yugoslavia comunista de Tito abrazada a la URSS; entre 1945-1975, en la teoría de los medios de comunicación esto destacaba (y parece una copia en el México de hoy) : agitación y propaganda leninista, subsidios gubernativos; parte (boletines) –Mañanera- de la jerarquía informativa del gobierno; dirección bajo una sola persona; toma de decisiones centralizadas; alto personal designado, crecimiento rápido de la prensa (para adoctrinar alfabetizar) el de la radio lento.
No hay que dejar de apoyar a la prensa libre como el viento. Dedicamos esta reflexión a la memoria de don Jesús Blancornelas (23 de noviembre) y a reporteros y colaboradores de ZETA.
Kapuscinski, amigo de Blancornelas, escribe en El Imperio: “Todas las mafias se caracterizan por dos rasgos: a) Sus miembros no trabajan y, sin embargo, viven muy bien. b): No paran de ajustar cuentas. Robar, contrabandear o ajustar cuentas: he aquí la vida cotidiana de un miembro de una mafia”.
Germán Orozco reside en Mexicali, B.C.







