El nuevo secretario de Hacienda, Andrés Pulido, fue cuestionado sobre la necesidad de la reforma a la Ley de ISSSTECALI. Dejó claro que no entrará en ese problema
Una de las primeras acciones que impulsó el ahora ex secretario de Hacienda, Marco Antonio Moreno Mexía, al asumir la responsabilidad del manejo financiero del Estado, fue el implementar un rescate financiero a Issstecali.
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En diciembre del 2021, la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda anunció formalmente que solicitaría dos préstamos para cubrir los compromisos urgentes que su antecesor, Jaime Bonilla Valdez, le heredó de manera irresponsable, pues no dejó dinero en las arcas, ni siquiera para pagar sueldos, mucho menos aguinaldos.
A esa medida urgente, Avila Olmeda agregó la propuesta de Marco Moreno para rescatar al Issstecali de su crisis financiera inmediata, pues todos los entes públicos le debían -en total- un monto de dos mil 589 millones 734 pesos, sólo para cubrir las necesidades urgentes.
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El esquema planteado por Moreno Mexía era que el Issstecali vendiera su deuda a la banca privada, con aval del Poder Ejecutivo, para que fuera la institución financiera la que recuperara el monto con un porcentaje de detención. Es decir, el Estado le vendió su deuda a Issstecali.
Luego de esta maniobra financiera, además de una serie de préstamos a corto plazo, el Poder Ejecutivo, dirigido por Marina del Pilar Avila, logró emprender fuerte durante el 2022 con muchas promesas, entre ellas, resolver el problema de Issstecali; algo que ni Francisco Vega de Lamadrid ni Jaime Bonilla Valdez pudieron hacer, pese a que solicitaron reestructuraciones de deuda o préstamos para cubrir estos gastos.
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Casi cuatro años después, el Gobierno del Estado olvidó su promesa y abandonó el tema de Issstecali por el resto de la gestión marinista.
A finales del 2024, la gobernadora y el secretario de Hacienda dejaron claro que tenían la intención de someter al escrutinio al sistema de pensiones de Baja California, además de otra serie de medidas para evitar el colapso anunciado de Issstecali.
Luego de una serie de protestas por parte de maestros y trabajadores burócratas, la mandataria echó para atrás sus intenciones de revisar a fondo la situación del sistema de pensiones y salud de los trabajadores.
Este avance y reversa provocó un severo conflicto en varios de los actores de poder del Estado, pues Moreno Mexía decía que era urgente resolver la crisis financiera, o de lo contrario podríamos entrar en una crisis insostenible para el 2030.
Moreno Mexía nunca pudo presentar los números de Issstecali al Congreso para que se conociera la situación, ni abrir el parlamento para conocer las propuestas para evitar el colapso de Issstecali.
En 2024, cuando se tenía una mayoría política aún más abrumadora, la gobernadora optó por guardar el proyecto que sería sometido con los líderes sindicales del magisterio y la burocracia, sin importar que esto ocasionara consecuencias muy severas en los próximos años, pues el Poder Ejecutivo prácticamente vive sólo para pagar pensiones, y hoy, con un gobierno naturalmente decadente, podemos considerar que se perdió una oportunidad dorada para controla el gasto y aumentar la liquidez para invertirla en otros problemas… Pero en esta ocasión, como en muchas otras, el interés político partidista se impuso para evitar conflictos.
Hoy, la gobernadora que prometió el rescate a Issstecali, dejó claro que no hará nada por cumplir su promesa, y permitirá que la deuda histórica -que supera los siete mil millones de pesos- incremente hasta donde estire el recurso público.
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