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lunes, octubre 13, 2025
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Intoxicación de alumnos en Tijuana por contaminación con “materia fecal”

El Gobierno de Baja California reinició la entrega de desayunos escolares en los planteles de Tijuana, casi una semana después de que 669 alumnos de 21 escuelas primarias tuvieron contacto con alimento contaminado con norovirus G1, proporcionado por la empresa AB Alimentos Nutraséuticos Funcionales S.A. de C.V.

Este viernes se sabrá si se encontraron bacterias coliformes y/o salmonela en la tinga de pollo y el agua distribuida por la compañía, propiedad de Mario Abeyta Ruiz, empresario sonorense vinculado a Morena.

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A la empresa sólo se le impuso una multa de 6.7 millones de pesos, que equivale a menos del 1% de los 860 millones 546 mil 974 pesos que pagará el gobierno de Marina del Pilar Avila Olmeda este año por las 369 mil 297 raciones diarias, mediante dos contratos, uno de ellos plurianual que data de 2022, y otro de 2025.

Hasta el cierre de edición, ningún padre de familia había presentado una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), institución que abrió de oficio una investigación por lesiones contra quien resulte responsable, y se encontraba en espera de los resultados de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris).

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NOROVIRUS: ALIMENTOS CON “CACA”

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Padres de familia de niños que enfermaron compartieron a ZETA que la mañana del viernes 3 de octubre sus hijos ingirieron tacos de tinga de pollo y agua como desayuno del programa “Pancita Llena, Corazón Contento”. Alrededor de 25 minutos después de haber consumido el alimento, menores empezaron a presentar síntomas como vómito recurrente, náuseas y dolor intenso de estómago.

El secretario de Salud, Adrián Medina Amarillas, indicó que el virus norovirus G1 fue el causante del problema sanitario, según lo determinaron las pruebas rápidas moleculares que se hicieron a muestras de niños que presentaron diarrea.

Las pruebas de los alimentos “aún no nos reportan nada”. Esos se sembraron para detectar bacterias, que es lo que más comúnmente puede contaminar los alimentos y el tiempo que dio de promedio el laboratorio estatal de salud pública es de cinco a siete días. “Hasta ahorita van negativos”.

Sobre cómo llegó el virus a la comida, Medina Amarillas dijo que existe la posibilidad de que alguno de los preparadores de los alimentos haya tenido contacto con el virus, que es “muy común” en otoño-invierno y “puede estar en las superficies de cualquier área donde haya estado una persona que ya haya tenido contacto con el virus”.

Empresa AB Alimentos Nutraséuticos Funcionales, en la colonia 20 de Noviembre, Foto: Julieta Aragón

Se hizo un interrogatorio al personal que participó en la elaboración de los alimentos y “ninguno refirió síntomas”. Aun así, se tomó la decisión de que todos los que participaron en la preparación no trabajen los siguientes 10 días, para que ya no sean portadores del virus y puedan replicar el problema, refirió.

El pediatra alergólogo e infectólogo, Gerardo T. López Pérez, explicó que la principal fuente de contaminación del norovirus es la ruta fecal-oral. Es decir, que se prepararon alimentos sin las debidas medidas higiénicas: lavarse las manos antes y después de ir al baño, de comer y preparar alimentos. Lavar adecuadamente los alimentos y los utensilios para su preparación.

Para que en un lapso de 25 minutos hayan enfermado los niños es que los alimentos venían podridos. “Quiere decir que esos alimentos eran, y lo voy a decir y suena horrible: eran caca. Estaban comiendo caca”, afirmó el integrante de la Academia Mexicana de Pediatría.

“No es un chispotazo. Eso es un atentado. O sea, ¿cómo en 25 minutos se contagiaron? ¿Entonces esos alimentos cuánto tiempo tenían sin refrigeración? ¿Esos alimentos cuándo se prepararon?”, cuestionó.

En ese sentido, el especialista destacó que las bacterias y los virus proliferan más en un alimento que esté a temperatura ambiente o no sea conservado en refrigeración a la temperatura recomendada.

Por ello, es responsabilidad de la empresa detectar a los trabajadores enfermos y evitar que preparen los alimentos. Aunque puede haber portadores del virus (sin síntomas), es obligación de la empresa tener supervisión de cómo se cocinan, almacenan y transportan los alimentos, enfatizó.

López Pérez consideró que aparte de norovirus, los alimentos pudieron tener salmonela, o coliformes, o incluso toxinas. De modo que debe hacerse una investigación que establezca si el agua, el pollo u otros insumos estaban contaminados, cómo se contaminaron y cómo proliferó la contaminación en los alimentos.

Antes de que el gobierno reactivara los desayunos escolares en Tijuana, el 7 de octubre ZETA acudió a la cocina de AB Alimentos Nutraséuticos Funcionales, que abastece a Tijuana y Playas de Rosarito, ubicada en la colonia 20 de Noviembre, para solicitar una entrevista, que finalmente no se concretó.

Vecinos del establecimiento, sin razón social en el exterior del inmueble, comentaron que desde el viernes 3 la empresa había dejado de cocinar, aunque parte del personal siguió acudiendo. Relataron que, el miércoles 1 de octubre “se fue la luz” en la zona alrededor de las 5:30 de la tarde y regresó como a las 10 de la noche de ese día. La empresa echó a andar una planta de luz alrededor a las 7:30 de la tarde.

Antes de la intoxicación de los niños, la empresa operaba en la noche. Un camión llevaba insumos a las 10 de la noche, y los trabajadores cocinaban los alimentos durante la madrugada; lapso en que en la calle huele a la comida que está preparándose y hay ruido por el movimiento de equipo.

Los vecinos manifestaron su preocupación por que la empresa cuenta con tanques de gas de gran tamaño y se ubica junto a una gasolinera. Se interpusieron quejas ante el gobierno municipal de Montserrat Caballero, pero “no nos hicieron caso”.  Los trabajadores dejan basura (cofias, guantes, bolsas) en la calle, se quejaron.

Tortillas y tinga de pollo tirada a la basura en escuela Juana de Asbaje, donde se intoxicaron 53 personas, Foto: Julieta Aragón

150 NIÑOS CON PAGO DE MEDICAMENTO

El viernes pasado, entre las 10 y las 11 de la mañana, la primaria turno matutino “Lázaro Cárdenas”, ubicada sobre la calle Emiliano Zapata, del Ejido Lázaro Cárdenas fue la primera que reportó niños vomitando y con dolor en el estómago.

Ese día, Protección Civil municipal estimó que 309 alumnos presentaron sintomatología digestiva, luego que reportaran al 911 la misma situación 12 escuelas: John F. Kennedy, Juana de Asbaje, José María Morelos y Pavón, Fernando Montes de Oca, Margarita Maza de Juárez, Genaro Vázquez, Calmécac, Ramón López Velarde, Ignacio Allende, Francisco I Madero, José María Larroque y Agustín Yáñez. Todas ubicadas en el sur de Tijuana y que habrían estado dentro de los 21 planteles cubiertas por una ruta de la empresa.

Padres de familia consultados relataron que ese día les llamaron para que recogieran a sus hijos porque “la comida había salido mala y muchos estaban vomitando”.

A la escuela “Lázaro Cárdenas” acudieron elementos de cuerpos de emergencia que trasladaron a algunos niños al Hospital General de Tijuana, en Zona Este. Otros padres optaron por llevar a sus hijos a consultorios de farmacias cercanos a las escuelas. Entre consulta y medicamentos gastaron alrededor de 450 y mil pesos.

“Aquí todo en la zona estaba lleno. No había consultorio disponible. Me lo tuve que llevar hasta Plaza Villa Floresta, en Rosarito. Me lo tuvieron que inyectar para controlarle el vómito, las náuseas, porque él estaba doblado”, contó Brígida Rodríguez Alarcón, mamá de un niño de 11 años de la primaria “Juana de Asbaje”, en La Gloria. (Lugar donde se habría enterrado la tinga de pollo y tortillas tiradas a la basura, luego de que la autoridad estatal no recogió los desechos para darle tratamiento de manejo de riesgo).

A la postre, funcionarios de Bienestar dijeron a los padres que llevaran las recetas a la escuela ya que la empresa les reembolsaría. Al 8 de octubre se traían “más o menos” registros de 150 niños de diferentes escuelas que tuvieron algún pago de medicamento y que fue cubierto por la empresa, dijo el secretario de Bienestar, Netzahualcóyotl Jáuregui Santillán, sin precisar qué escuelas presentaron los casos.

“No todos de ellos llegaron a un tema de atención médica mayor; simplemente los papás, ellos dijeron: ‘Yo le quise comprar esto a mi hijo por voluntad propia’ y nosotros no cuestionamos más y la empresa se encargó de pagarlos”, aseveró el funcionario.

En el sector salud fueron atendidos 78 menores con “cuadros leves de gastroenteritis”, de los cuales 10 requirieron estar un poco más de tiempo en los servicios de urgencias porque persistía el vómito. “Ninguno fue hospitalizado”, afirmó Medina Amarillas.

Por otro lado, Jáuregui Santillán aseguró no tener reporte de adultos intoxicados. Sin embargo, entre las 53 personas que tuvieron síntomas en la escuela “Juana de Asbaje”, tres fueron mamás que probaron el alimento antes de servirlo. La tinga de pollo “no olía acedo; tenía buen olor, buen sabor”, dijo Verónica, una de las madres que enfermaron.

Si el pollo no fue de dónde vino la contaminación, de dónde, cuestionan, porque el agua natural que se sirve a los menores la trae la empresa en garrafones sellados. “No sé de qué compañía sea el agua, pero también ellos nos la traen”, expuso.

Refirió que en ocasiones el huevo que se entrega a la escuela “suelta mucho suero”, no porque esté mal, sino porque al parecer es de caja y los niños no lo quieren. “A veces queda alimento, a veces no; es que los niños se enfadan del mismo menú. No es tan repetitivo, lo mandan por quincena. Si, por decir, tocó tinga el viernes, hasta en 15 días vuelven a mandar”.

Lo expuesto pone en entredicho que la empresa cumpla con lo estipulado en las bases de licitación que ganó, porque la empresa tendría que entregar al menos 43 platillos diferentes por turno a lo largo de ocho semanas.

La semana en que se sirvió la tinga de pollo, ese alimento debió haberse servido el jueves en el turno vespertino. Sin embargo, el secretario de Bienestar no fue preciso sobre los motivos de que se haya servido el viernes 3, en el turno matutino.

“Todos los menús siempre lo estamos trabajando con la Secretaría de Salud, siempre revisamos la cantidad de ingesta calórica en la semana conforme que se vayan elaborando los menús; es la manera en que se van modificando estos menús. Pero todos estos menús siempre están dentro de estos 47 platillos regulares y 10 emergentes”.

En entrevista conjunta, los titulares de Bienestar, Salud, Honestidad (Gabriela Monge) y General de Gobierno (Alfredo Álvarez Cárdenas) señalaron que la intoxicación de los menores es el primer incidente de la empresa registrado en esta administración, en línea con lo manifestado en un comunicado por la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, quien calificó el evento como una “excepción dentro del programa que ha brindado millones de desayunos nutritivos en todo el estado”.

Tinga de pollo servida en la escuela Juana de Asbaje, Foto: Cortesía

A decir de Jáuregui Santillán, constantemente se verifica el programa de desayunos en las escuelas. “Una vez por semana estoy visitando alguna escuela, desayuno con los niños, como con los niños; les pregunto a los niños cómo, qué es lo que ven en los alimentos; y de verdad que siempre tenemos mucho control, mucha inspección sobre el alimento”.

Aseveró no haber observado que, a partir de septiembre la empresa dejó de proporcionar leche y ha reducido la cantidad de fruta a las escuelas, según testimonios recabados por este Semanario.

La reactivación del programa de desayunos escolares, antes de conocerse los resultados de las pruebas a alimentos y al agua se determinó luego de tener la certeza que el virus ya no está presente, tras una limpieza profunda. “El lugar se apega a la norma para el manejo de alimento, para la conservación, para la disposición de todo lo necesario para elaborar alimentos preparados”, indicó Medina Amarillas.

Sobre la reactivación de desayunos hay opiniones dividas entre las familias. “Sí se pierde la confianza, es evidente, pero pensamos que puede ser un caso aislado; pero no sabemos qué puede haber detrás de ello, alguna mala intención o algo. A mí se me hace muy raro que solamente sea en esta zona”, declaró Antonio Zambrano, padre de una niña de ocho años intoxicada, quien por el momento no comerá de nuevo en el comedor.

En contraste, padres de familia como Brígida, consideran que “es buen programa” el de los desayunos y que antes no había ocurrido una situación así, por lo que dijeron que sus hijos sí volverían a comer en el comedor.

 

OFICIALÍA MAYOR RESPONSABLE DE LA LICITACIÓN

El “caos” en los planteles afectados el viernes pasado descrito por padres consultados por ZETA no es el primer señalamiento sobre los productos que proporciona AB Alimentos.

En febrero de 2020, en la administración de Jaime Bonilla Valdez, directivos y padres de la primaria “Rafael Ángel Suárez” en Mexicali, denunciaron la entrega de productos de cuestionable apariencia, e incluso aseguraron que en una ocasión se entregó leche caduca.

“Yo desconozco lo que comentas de 2020, no estábamos en la administración nosotros”, dijo Jáuregui Santillán, cuando se le preguntó por qué una empresa con esos señalamientos fue considerada para el contrato plurianual y la licitación de desayunos escolares este año.

La responsable de la licitación es la Oficialía Mayor, quien “podría responder exactamente por qué fue esta empresa la que ganó esta licitación”, agregó.

AB Alimentos Nutraséuticos Funcionales S.A. de C.V. fue constituida el 15 de enero de 2004. Figura como accionista mayoritario Mario Abeyta Ruiz; un empresario originario de Nogales, Sonora, que es dueño del restaurante El Quiriego, con una sucursal en una zona exclusiva de Mexicali, y de quien se ha señalado que apoyó la candidatura de Morena de Célida Teresa López Cárdenas al gobierno de Hermosillo en 2018.

Abeyta Ruiz también figura como socio en varias empresas del sector inmobiliario, tecnológico, operador de hoteles, financiero, comercializadora de abarrotes, servicios de mecánica, de construcción y seguridad privada registradas en Los Cabos, Hermosillo, Tepic, Nayarit y Guadalajara.

Según Newsweek, en abril de 2025, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) inició un procedimiento para revocar la licencia colectiva de uso de arma de fuego a la empresa de seguridad privada NSU Protección -también conocida como Shield Seguridad Privada-, propiedad de Mario Abeyta Ruiz y su hijo, Mario Abeyta Meléndrez. Este último presuntamente ligado con el exgobernador panista de Sonora, Guillermo Padrés.

En noviembre de 2023, ZETA publicó el reportaje “Favorecidos construyen “Partenón” de 259 mdp a Auditoría Superior del Estado”, de Eduardo Villa, que da cuenta que Desarrollo de Obras Rurales y AB Alimentos obtuvieron contratos por un monto conjunto de mil 400 millones de pesos ese año, por la construcción del nuevo edificio de la Auditoría Superior del Estado y nueve comedores en planteles de Mexicali, y proveer los desayunos escolares.

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Autor(a)

Julieta Aragón
Julieta Aragón
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco. Cursé la maestría de Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y sigo en proceso de tesis. Soy reportera de ZETA desde 2017.
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