Darren Aronofsky es un realizador interesante como demostró con “El luchador”, “El cisne negro”, “Réquiem por un sueño” y “La ballena”.
Ahora vuelve con este intenso filme basado en la novela de Charlie Huston que gira en torno a un personaje llamado Hank Thompson, un beisbolista que nunca llegó a ninguna parte y que por cuidarle el gato a un vecino punk termina en las fauces del crimen organizado de Manhattan.
El felino, llamado Bud, es un imán de problemas y desempeña un buen papel en esta trama.
Austin Butler interpreta a Hank, quien trata de sobrevivir a mafiosos rusos, un matón bien latino encarnado por Bad Bunny, y todo tipo de gángsters en este filme que corre a gran velocidad, con mucha sangre y bastante humor negro.
Al final Aronofsky termina haciendo una crítica divertida de Nueva York a través de las andanzas de un gato bravo que busca el peligro y siempre va a la conquista. Por extraño que parezca, funciona. De verdad. *** y media.
Punto final.- Falta trabajar el Género H con más historia y menos gore.