No hay reto mayor que un recinto a medio llenar y aún así lograr la conexión con el público sin desanimarse. Para los artistas en el Palenque de Tijuana, ese momento de levantar los ánimos quedó a cargo de los Hijos del Barrón, y El Komander, cuando a pesar de los asientos vacíos, los coros resonaron gracias a sus clásicos musicales.
Abriendo la jornada nocturna, José Iram Barrón Ramos en la guitarra y primera voz, Jesús Iday Barrón Ramos en la guitarra y David Alonso Leyva Gómez en el bajo eléctrico y segunda voz, lograron una convivencia amena, entre temas de dolor, romance y una botella de tequila Herradura.
“Vamos a pistear, vamos a brindar, a pasarla bonito por estar aquí. Queremos que canten con nosotros esta noche. Hay muchas canciones esta noche para todos ustedes”, reiteraron ante los gritos de los presentes, quienes se emocionaron con temas como “Y si se quiere ir”, “Tatuajes”, “Y nos dieron las 10”, entre otras de un repertorio de “canciones caguameras”.

“Hay una canción que me recuerda siempre a Tijuana. Una que no nos animábamos a grabarla, nos parecía un poquito chuzca”, adelantaron ante la emoción de la gente que cantó junto con ellos “Cortinas Guindas”.
Tras un set que demostró su versatilidad, los Hijos del Barrón se despidieron, dando paso a José Alfredo Ríos, El Komander, y un Palenque que dio acceso a todos los asistentes a estar más cercanos al artista.
Energético y uniformado junto a su banda, el músico sinaloense retumbó el Palenque desde el primer segundo en el escenario. “Échele compadre, arriba Tijuana, arriba los borrachos”, saludó, iniciando con “Borracho y escandaloso”, para dar paso a una madrugada repleta de canciones tumbadas.
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Sencillez y pasión son dos adjetivos que no dejan de definir a quien interactuó constantemente con los asistentes, agradeciendo en especial al público de la sección general, pero también obsequiando camisetas a los más cercanos al escenario circular.
“De rancho en rancho” es el nombre justo para la gira de quien no deja que el público se baje de la energía constante y potente de su música, con transiciones que anunciaban temas como “Por favor no cuelgues”, “Mi gusto es”, “Borracho y Amanecido” y hasta “Qué tiene de malo”
Ante los talentos emergentes y el gusto cada vez mayor por los corridos, declaró previamente: “Creo que todos los colegas, todas las generaciones son importantes, todos son aportaciones para el regional, entonces acá, aquí en estos tiempos, los talentos jóvenes están haciendo cosas impresionantes, están llevando nuestro regional a otro nivel, y bueno, se respeta, y yo la verdad, siempre admirándolos y gratulándolos a todos”, admiración con la cual cerró su presentación, dejando a Tijuana bien “alterada” y entonada.