Tras la abrupta salida de la directora de Bienestar Municipal, Ayerim Magallón Granados, del gobierno de Ensenada, las acusaciones por agresiones, intimidaciones y presuntos actos de corrupción no han cesado entre el grupo de mujeres que en su momento lideraron el movimiento del Partido del Trabajo (PT), encabezado por el ex diputado federal y estatal, Armando Reyes Ledesma. Este círculo de colaboradoras fue el más cercano a la actual alcaldesa, Claudia Agatón, pero acabaron enfrentadas en distintos momentos desde que comenzaron a ocupar cargos que históricamente se habían asignado a priistas y panistas. Hace unos días, y desde su domicilio, Magallón difundió en redes sociales un video de casi diez minutos, en el que afirma que, a partir de su salida de Bienestar Municipal, el 3 de septiembre, y después de participar en una reunión del Consejo Municipal para seleccionar la lista de obras a ejecutarse con dinero del Ramo 33, donde se negó a aprobar con el argumento de que son ilegales, ella y su familia han sido objeto de acoso. “Desde ese día (Agatón) se ha tomado como meta de vida dañarme a mí y a mi familia. No se lo deseo ni a mi peor enemigo”, expresó la ex colaboradora. Denunció que su domicilio particular fue expuesto públicamente, lo que calificó como una forma de intimidación, en represalia por las denuncias que ha hecho sobre supuestas irregularidades y actos de corrupción dentro de la administración municipal. La respuesta se la dio Karina Castrejón Bañuelos, ex síndico procurador de Ensenada (2016) y quien también fue integrante de ese equipo político del PT. Le recordó que seis años atrás, ella también fue víctima de persecución por parte de Magallón, cuando ésta última asumió la Dirección de Sindicatura Municipal (2019) bajo la administración de Elizabeth Muñoz Huerta y fue calificada de traidora. “Ahora resulta que te preocupa tu responsabilidad jurídica, cuando tú misma abusaste del poder que tuviste. ¿Ya se te olvidó que eso mismo de lo que hoy te quejas tú lo hacías cuando fuiste la borrega de la ex síndica Muñoz Huerta?”, rememoró Castrejón. La exfuncionaria describió cómo fue notificada (por órdenes de Magallón) de manera ilegal mientras esperaba en la fila de padres de familia para recoger a sus hijas en el plantel escolar e iban a su casa para tomar fotografías de la propiedad; incluso, el último día de esa administración le envió policías municipales al momento de dejar las oficinas. Finalmente lamentó que el consejo que le dio en ese momento a Magallón lo haya aprendido, igual que ella, tan tarde: los cargos públicos son prestados.
Enfrentadas

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