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lunes, agosto 18, 2025
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El PT, entre lujos

El Partido del Trabajo se encuentra a la orilla de la encrucijada: romper con Morena o mantener una línea de choque de mediana intensidad, como la mantiene desde hace dos años. Hasta el momento, Alberto Anaya, sempiterno dirigente del partido, permite el crecimiento de la tensión en temas electorales y de escándalos políticos, al grado de hacerse visible una confrontación con la dirigente morenista, Luisa María Alcalde Luján, con miras a una negociación rumbo a 2027 provechosa y ventajosa para el PT.

Sin embargo, la tensión rebasa el límite de la tolerancia y se convirtió en una afrenta a la dirigencia morenista y a los principios de austeridad franciscana adoptados por la cuatroté.

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El escándalo político más despreciable para el PT debería ser el protagonizado por la diputada federal, Diana Karina Barreras, la exhibición de una vida ostentosa alejada de la “justa medianía juarista”; revela la incongruencia del partido que la arropó desde su salida de las filas del panismo en Sonora.

El silencio de Alberto Anaya como dirigente, en este asunto despierta sospechas. Ni respalda a la legisladora ni critica la suntuosidad exhibida en redes sociales; su caso trastoca uno de los principios más elementales de la cuatroté, como es el presumir que la clase política actual dejó atrás los tiempos de las castas. Nada más alejado y demagógico.

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Hasta que la dirigente de Morena, Luisa María Alcalde, evocó el principio de austeridad de la Cuarta Transformación y tiró línea a los integrantes del movimiento: “Aunque se tengan los recursos, no se trata de ponerse un abrigo de piel muy caro. Podemos tener los medios, pero debemos comportarnos como dirigentes de un movimiento que representa al pueblo”.

Sin embargo, en el PT hay impunidad. Alberto Anaya no secundó el llamado de la lideresa morenista y sólo el silencio cómplice, con Karina Barreras, fue notorio debido a que sabe que es una maniobra manejada desde dentro del movimiento. Y es que el partido de Anaya tiene la mira puesta en las elecciones de 2027 y en la pesca de morenistas discrepantes con las medidas de antinepotismo y de reelección, pese a resultados mediocres.

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La rebelión petista la permite Anaya Gutiérrez, pero evita dar la cara. Usa la maniobra de pegar, pero a través de interpósita persona. Lizeth Sánchez García, senadora y presidenta de la Coordinación Estatal del PT en Puebla, fue ahora quien advierte que el partido tendrá puertas abiertas a todos los militantes de Morena que no estén de acuerdo con las nuevas reglas que el Consejo Nacional promueve para los aspirantes a candidatos para 2027.

El Partido del Trabajo está a la espera de la negociación con Morena para los comicios próximos y retomar su proyecto de partido rémora.

El escándalo de la diputada Diana Karina Barreras, se perfila a ser un disparo proveniente del “fuego amigo”, ya que se intensificó a raíz de su destape, adelantado, como aspirante a la alcaldía de Hermosillo y eso levantó muchas cejas en Morena y la política de brazos abiertos a morenistas frustrados, expresada por Lizeth Sánchez es la respuesta a Morena de continuar con su crítica a la clase política suntuosa y de la que el PT, por lo visto, también forma parte.

 

Atentamente,

Israel Mendoza Pérez

Correo: [email protected]

@imendozape

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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