Tras el incendio de un vehículo tipo Go-kart “hechizo” en el Parque Esperanto el 22 de abril, se realizaron adaptaciones en las unidades y verificaciones de las autoridades competentes. Aunque no hubo lesionados y el único daño fue una alteración en la ciclopista, visitantes anónimos preocupados advierten riesgos por la continuidad del negocio.
Ante una denuncia ciudadana, ZETA constató la circulación de los vehículos en renta, descritos por Protección Civil Estatal como un patín eléctrico “hechizo”. Hace más de 2 meses, uno de ellos se vio envuelto en llamas.
De acuerdo al dictamen de Bomberos, “fue ocasionado por un mal aseguramiento de la batería del patín, la cual, al hacer fricción con el concreto, generó el fuego”. En el acto, el incendio se propagó a la zona de maleza próxima a la ciclovía.
El desprendimiento del acumulador eléctrico de litio que impulsa los artefactos fue constatado por las autoridades, de acuerdo a los dueños, presuntamente debido a un impacto con otra unidad.
El fuego fue controlado y sofocado por personal de Protección Civil, mientras que Bomberos de Tijuana emitió recomendaciones al negocio; para garantizar la seguridad, las baterías y cableado no debían encontrarse expuestos, asimismo, debería llevarse una bitácora del tiempo de vida de los equipos.
Luisa Chávez, dueña del puesto de nombre One Karts, argumentó que se siguieron las recomendaciones y que los 15 vehículos en circulación se han actualizado para resguardar las baterías en cajas de fibra de vidrio, además, ahora están equipados con extintores individuales.
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Adicionalmente, Protección Civil informó que se solicitó proporcionar a los usuarios equipo de protección personal como casco, rodilleras y coderas.
Estos Go-karts son diseñados por el esposo de la propietaria, quien según se dijo es técnico superior universitario en electrónica y mecánica automotriz.
Mediante una aportación mensual, seis negocios de renta de equipo y seis de comida están autorizados a operar dentro de las instalaciones del parque; la ganancia iría destinada a gastos de mantenimiento del lugar. Tales proveedores externos son autorizados por el Consejo de Desarrollo Económico de Tijuana, a quienes presentan documentación y con quienes firman un contrato.
Pese a ello, según se detalló, las autoridades del parque no tienen injerencia ni responsabilidad sobre la gestión de los “renteros”. Así pues, la acción de la dirección tras la incidencia fue acotar el flujo de los vehículos a una zona específica, a fin de evitar accidentes por la velocidad de circulación, entre 10 y 15 kilómetros por hora.
Previo a la contratación por parte de los usuarios, éstos firman una responsiva que deslinda a los prestadores del servicio y entregan una identificación al negocio particular; en el caso de One Karts, ZETA constató que subcontratan su propia seguridad, ya que el parque no disponen de personal que verifique que se respete el espacio confinado.
Finalmente, tras una suspensión breve y la cumplimentación de los puntos que arrojaron las revisiones se permitió la continuidad del puesto. Aún con ello, a raíz del incidente, ciudadanía inconforme reclama que la operatividad del negocio representa un riesgo para los visitantes y que sus quejas no han sido escuchadas.