Queda más que claro que el Horror ya no es un género en tendencia durante una época del año, sino una apuesta que el público acepta muy bien y, en consecuencia, ha invitado a los realizadores a explorar este tipo de historias.
Y así llegamos a este punto con Andy (Billy Barratt) y Piper (Sora Wong) en manos de su extraña madre sustituta en un hogar de acogida, Laura (Sally Hawkins), tras la misteriosa muerte de su padre.
La mujer tiene un perro de mentiras, toda una colección de videos donde se muestran seres tipo zombies, y a Oliver (Jonah Wren Phillips), su nieto, a quien cuida desde que su hija murió por ahogamiento. El niño no habla y es violento.
Todos estos elementos crean un ambiente lleno de misterios inquietantes del que no se puede escapar, gracias al talento de los directores Danny y Michael Philippou, mejor conocidos por “Talk to me”.
Así tenemos una película que mezcla el “gore” con el duelo; ¡vaya!, una cruda realidad con una espeluznante ficción en donde el ejecutivo, sin duda, es Sally Hawkins con un personaje y una actuación igualmente perturbadoras.
Si la pregunta es qué tanto vale la pena ver esta película en cines la recomendación se queda corta. Tiene todo: un estupendo guion, una dirección compartida con un enorme talento, la edición, la cinematografía, hasta la dirección artística que fortalece los cimientos de un filme que no se olvida aunque se quiera. ****
Publicidad
Punto final.- Le había ido bien a “Lilo & Stich” con el público.