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miércoles, mayo 14, 2025
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En Él  somos uno: León XIV, del Salmo 127 narrado por San Agustín

“No hay Sermón sin San Agustín”.

-Dicho popular.

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In Illo Uno Unum.  Robert Francis Prevost, primer Papa originario de Chicago, USA, y con nacionalidad peruana, es un religioso agustino, que en 1987 se doctoró con un tema del Doctor de Hipona como se le conoce a San Agustín. Ese año Juan Pablo II dedicó la Carta Augustinum Hipponensem para celebrar los 1600 años de la conversión y bautismo del hijo de Santa Mónica; destacado hijo espiritual de San Ambrosio de Milán, un ex gobernador de aquella provincia romana, venido a Obispo. Célebre por el Canto Ambrosiano, atraer a la gente a través de la música sacra.

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El primer pontífice agustino, ha tomado su lema de una de las obras de San Agustín: Enarraciones  sobre los Salmos. Un sermón sobre el Salmo 127, en la fiesta del mártir San Félix, titulado “Felicidad del Justo”. Destaca el Obispo africano de Hipona, que es un mártir que murió en prisión: “Él no fue matado como lo fueron otros mártires. Confesó, se le retrasó el tormento, y al día siguiente se halló su cuerpo exánime”. (Sevilla).

San Agustín comenta el Salmo 127 en 16 puntos. El lema papal de León XIV lo desarrolla en los puntos 3 y 4 que a continuación ofrecemos textualmente a partir de las obras completas de este Padre de la Iglesia (Patrística). Es el volumen XXII de la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), No. 264; Sección 1, Sagradas Escrituras (Enarraciones sobre los Salmos 4to):

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“Sacudamos, pues, sacudamos, si queremos ser hijos de los sacudidos (profetas y apóstoles); salga algo de aquí. Hay un hombre que así es bendecido, y únicamente teme al Señor aquel que se halla entre los miembros de ese hombre; son muchos hombres y un hombre solo; muchos cristianos y un sólo Cristo; no es Él uno y nosotros muchos, sino que, siendo nosotros muchos en aquel uno, somos uno. Luego Cristo es uno, Cabeza y Cuerpo. ¿Cuál es su Cuerpo? Su Iglesia, conforme dice el Apóstol: Somos miembros de su Cuerpo; y: Vosotros sois Cuerpo de Cristo y miembros. Entendamos, pues, la voz de este hombre en cuyo Cuerpo somos un hombre solo, y allí veremos estos vienes verdaderos de Jerusalén”. (No. 3, San Agustín, sobre Salmo 127).

A decir del  admirable Eliecer Salesman, sacerdote colombiano del Apostolado Bíblico Católico, el gran descubrimiento de San Agustín a partir de Cristo Nuestro Señor, es la virtud mariana de la humildad. Se le llama el doctor de la Gracia, pero también de la Humildad. No se perderá el hijo de tantas lágrimas porque Dios enaltece a los humildes.

Destacado retórico en el Imperio Romano, Aurelio Agustín ya convertido y bautizado por San Ambrosio de Milán, ahora reaparece tras 1637 años de volver y abrazar eternamente a Cristo y su esposa la Iglesia. León XIV es el primer Pontífice agustino y norteamericano y peruano.

“Luego, hermanos, el mártir Félix, que fue verdaderamente feliz por el nombre y la corona, del que hoy celebramos la festividad, despreció el mundo…”

¿Qué amamos en Cristo? La caridad. Nos amó para que le amásemos; nos visitó con su Espíritu para que pudiéramos amarle”.

Admirable San Agustín de Hipona por sus retruécanos y pensamientos. En el contexto del actual pensamiento o lema del Papa León XIV, In Illo Uno Unum, expresará que: “Los pobres tienen en la vida estos bienes con más abundancia que los ricos, puesto que tiene más un pobre viendo un cielo estrellado que un rico contemplando un techo recamado en oro”.

“He aquí el bien, hermanos; el gran bien se llama paz. No la paz que entre sí tienen los hombres, desleal, inestable, mudable, incierta; ni la paz que consigo tiene cada hombre, pues hemos dicho que el hombre lucha consigo mismo; lucha hasta que doblegue todas las concupiscencias. ¿Cuál es esta paz? La de Jerusalén, porque Jerusalén significa visión de paz. La paz sobre Israel. Esta paz se os predica por mí, ésta amo y deseo que se ame por vosotros. Así son los que no carecen de palabras, pero se hallan faltos de obras; y por tanto, al venir con hambre, el Señor no hallará que comer, porque el Señor tiene hambre de nuestra fe y de nuestras buenas obras. Le alimentamos viviendo bien y nos alimentará. El eternamente dándonos el vivir”. (San Agustín, Enarraciones sobre los Salmos; Sermón: Felicidad del Justo. Comentario al Salmo 127).

Guadalajara y Milán, arquidiócesis agustinianas. Admirable por su sencillez, gobernó la Arquidiócesis de Guadalajara, de 1970 hasta 1987, año del XVI Centenario de San Agustín, don José Salazar López (Ameca, Jalisco), que convaleciente en el hospital no perdió tiempo como gran latinista y dejó para el Secretariado Diocesano de Catequesis la traducción de Catechizandis Rudibus sobre “La Catequesis de los rudos”, obra del Obispo de Hipona en el Siglo IV-V.

“Amemos únicamente, aprovechemos tan sólo, pues veis que no falta la lucha y que peleamos contra nuestras concupiscencias”.

 

Germán Orozco Mora reside en Mexicali.

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