“Me sorprende que haya gente. Gracias por venir. Esto es para usted y su corazón miserable”. Tal introducción de Daniel Zepeda e Iván de la Rioja resumen la esencia de Daniel, me estás matando, grupo que formaron en 2018 y con el cual llenaron la noche del sábado 26 de abril a un Jai Alai de un público ávido del bolerogoam que los defeños idearon.
A las 8:30 p.m., Jesús Guerrero abrió el escenario. En su etapa de solista, el líder de Ramón mostró su lado más personal con nuevas canciones, pero también con sencillos de la agrupación, “cuando éramos más sinceros y más ridículos. Gracias por escucharnos, por su buena onda”, agradeció “Chuyito”, como le dice Daniel de cariño a la que la dupla considera su banda favorita de Tijuana.
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50 minutos después, a media luz iluminando las gradas para ver también a su publico, Daniel Zepeda e Ivan de la Rioja irrumpieron ante un Jai Alai repleto y emocionado, junto a sus músicos Daniel Badillo (teclados), Rubén Pereda (percusiones), Jorge Chacón (guitarra) y Alonso López (bajo).
Tras interpretar “Lágrimas y lluvia” junto a Guerrero, los del nombre de oración se lanzaron a un set que qpenas bastó para satisfacer a los tijuanenses y visitantes extranjeros presentes, quienes aún tras dos horas de concierto continuaron pidiendo sencillos que por esta ocasión no llegaron.
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Uno de los factores más interesantes de Daniel e Iván resulta en que prácticamente nunca comparten el centro, dejando este espacio para su ensamble, mientras ellos, a cada extremo, se encargan del sintetizador y batería, al tiempo que alternan y juegan con las voces; reflejo total de la equidad y amor fraternal entre ambos, pero también apertura para diálogos divertidos, dar “cringe”, ser cursis, directos y bromear con que su show parezca más un conversatorio.
“Hay que mantenernos negativos para que la vida positiva nos sorprenda”, “Esos casi algo duelen todo que el casi todo; y duelen peor que el casi nada”, “Cuál agradecidos, yo quería ser feliz” fueron algunas de las frases provocadoras y con más reacciones del público encantado con el performance de los amigos y colegas musicales, quienes hallaron en su amor por el bolero una puerta donde conectar tanto con la generación millennial como con jóvenes y más adultos mediante un humor que contrasta con canciones hasta solemnes; pero es precisamente esa dicotomía la que les ha permitido llenar recintos.
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Además de conversar con los asistentes e incluso invitar a una pareja al escenario, sin duda el momento más hilarante fue su última canción: un popurrí cumbiero donde la cumbia fue el pretexto para incluir canciones de todo tipo.
Finalmente, tras una breve despedida a las 11:11 p.m., los de Daniel, me estás matando volvieron para interpretar “Diez pasos hacia ti” y “Lo hice, te dejé”, demostrando que la tristeza, pero también el amor a la vida, “nos une; y estar unidos es bonito. (Andrea López González)
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