Burla

A veces, las pinceladas que ofrecen los gobiernos de San Luis Río Colorado, Sonora parecen sacadas de una película de Luis Estrada, pues acciones de sus gobernantes bien pudieron ser retratadas en cintas como “La Ley de Herodes” o “El Infierno”. Algo así ocurrió con el último deseo del ex alcalde, Santos González Yescas, quien horas antes de concluir su encargo de seis años en el municipio vecino con Mexicali, decidió patear el avispero y emprender una acción que causó inconformidad a algunos familiares de personas desaparecidas. Y es que sin pasar por Cabildo y sin previo aviso, decidió bautizar las instalaciones de la Comandancia de la Policía Municipal como “Gerardo Camacho Ramirez”, ex director de la corporación y uno de los personajes más siniestros de los últimos años en aquella comunidad, quien días antes de terminar su encargo, fue asesinado al salir de una clínica veterinaria. Lo criticable es que el nombre de Camacho Ramírez y de otros elementos de la corporación municipal, surgieron como responsables de la desaparición del joven Rafael Alvarado Espinoza hace más de dos años, luego que un grupo de policías allanara su vivienda -supuestamente- en busca de drogas. La actuación de policías y las amenazas quedaron videograbadas por cámaras de la propiedad, donde se observan los rostros de los agentes preventivos mientras le gritan y amedrentan al joven que se niega a abrirles la puerta. Días después del incidente y de ser golpeado por policías, el joven denunció ante la FGE a los agentes y en el transcurso de semanas fue desaparecido saliendo de su vivienda. Por este caso, como en su momento se publicó en ZETA, se giraron órdenes de aprehensión contra varios agentes, quienes fueron protegidos por Camacho Ramírez. Las investigaciones del caso también alcanzaron al propio director -hoy fallecido-, al grado que elementos de la Secretaría de Marina intentaron detenerlo durante un operativo en las mismas oficinas del Ayuntamiento sanluisino, pero gracias a la intervención del propio González Yescas y de los policías subordinados que llegaron a reforzar su seguridad, el jefe policíaco no fue capturado. Pese a todos estos incidentes -y otros más en los que se le vinculó-, la Comandancia de la Policía Municipal fue bautizada como “Gerardo Camacho Ramírez” mediante orden directa de Santos. Familiares de personas desaparecidas han solicitado al nuevo alcalde César Sandoval -amigo de su antecesor- retirar ese nombre de la Comandancia, pero sus reclamos no son escuchados.