13.9 C
Tijuana
sábado, febrero 15, 2025
Publicidad

“‘Y muy tarde comprendí’ unifica pasado y presente en un todo narrativo”: Ruth Vargas Leyva

A un año de su publicación, el libro “Y muy tarde comprendí. Novelografía” (Ediciones Alternas, 2024) del promotor cultural y escritor Pedro Ochoa Palacio fue presentado en el Vestíbulo del Museo de Historia de Tijuana del Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) de Tijuana, el pasado jueves 13 de febrero.

En la concurrida tertulia literaria participaron Fernando Escobedo y Ruth Vargas Leyva, en un jueves lluvioso, tal como en la primera presentación en Tijuana en febrero de 2024 que se realizó en el Observatorio Centro de Estudios Cinematográficos (Antiguo Cine Bujazán). De hecho, Ochoa recordó que la llevada a cabo en el Museo de Historia de Tijuana es la primera presentación en una institución pública de la ciudad fronteriza, ya que anteriormente se realizó también en recintos independientes como la Librería El Grafógrafo y en el citado Observatorio.

Publicidad

Anuncio

Fernando Escobedo compartió algunas imágenes de la familia Ochoa de principios del Siglo XX, recordando que el promotor cultural y escritor es bajacaliforniano de cuarta generación, haciendo alusión a sus bisabuelos que se establecieron inicialmente en Baja California.

Presentada en 2024 en Ciudad de México, San Diego, La Paz, Ensenada, Mexicali y Tecate, Ochoa Palacio (Tijuana, 1958), en “Y muy tarde comprendí” Ochoa Palacio narra en primera persona su vida personal y familiar, pero mientras transcurre la autobiografía, va informando sobre el Centro de Tijuana de las décadas de los 60 y 70, y poco a poco van apareciendo escenarios de esa época como un memorable fresco fronterizo.

Publicidad

Anuncio

En la edición, los escritores Élmer Mendoza y Ruth Vargas Leyva escribieron sendos prólogos a la primera obra de ficción del promotor cultural y escritor tijuanense. Asimismo, en un nuevo texto que Ruth Vargas Leyva escribió específicamente para la ocasión, la poeta tijuanense expresó que “‘Y muy tarde comprendí’ unifica pasado y presente en un todo narrativo. Estamos ante una novela Pedro Ochoa que combina la memoria y la invención de la memoria, de ahí la denominación de novelografía; un texto que recrea la vida en Tijuana en las décadas de 1960 y 1970, que da cuenta de una clase social media con cruces fronterizos y personajes que cualquier antiguo residente reconoce inmediatamente, con calles que pueden ser recorridas a media noche”.

Se trata, reseñó Vargas Leyva, de un “libro pleno de referencias de una ciudad que ya no existe, pero que fue determinante para los cimientos de la ciudad que ahora es Tijuana”.

Publicidad

A continuación, ZETA comparte el texto íntegro que la poeta Ruth Vargas Leyva escribió sobre “Y muy tarde comprendí” de Pedro Ochoa, con la autorización de la escritora bajacaliforniana que, por cierto, será homenajeada este año por la Feria Internacional del Libro de la Universidad Autónoma de Baja California (FIL UABC).

“UN TEXTO QUE RECREA LA VIDA EN TIJUANA EN LAS DÉCADAS DE 1960 Y 1970”: RUTH VARGAS LEYVA

“Me pregunto quién es el autor de este libro, si es el niño que se hace presente como narrador al momento de revivir y rememorar sentimientos, vivencias recordadas, o si, por el contrario, tales experiencias traídas al presente no son más que los recuerdos de un adulto cuyos sentimientos por lo narrado han pasado por el filtro del tiempo, conduciéndonos a un grupo de anécdotas llenas de ironía, sentido del humor, plenos de nostalgia, sabiendo que no se ha dicho todo, que lo que describe esta matizado por la propia visión de los hechos. No tenemos más opción que creerle y confiar en lo que dice, pero a la vez, tener sinceras dudas. Así de detallados se evocan los hechos, armados con un conjunto de legos, mostrando sencillez y gozosa alegría, con desenlaces que parecen re-creados. Lo que Pedro Ochoa escribe no es una autobiografía, son memorias que tienden a ser más cercanas, personales e íntimas”.

“Lo único que escapa a la memoria es lo que ya se ha olvidado, pero ¿cómo saber qué es lo que ya se ha olvidado, si ya se ha olvidado? La memoria es selectiva. Pedro Ochoa nos conduce, como en un laberinto, a recuerdos que lo marcaron para el resto de su vida, y lo hace con tal gracia que recordamos la anécdota y se pierde la exactitud de los detalles; se sitúa en el pasado y lo vuelve presente. No hace un recuento de infancia, él revive la infancia, los miedos y alegrías en carne propia, las hace nacer en el presente, evocando sentimientos y sensaciones como si se estuviesen viviendo nuevamente, y, sin embargo, parece decirnos que somos todos los trozos de lo que recordamos”.

“El escritor español Carlos Ruiz Zafón, dijo que: ‘Ciertas imágenes de la infancia se quedan grabadas en el álbum de la mente como fotografías, como escenarios a los que, no importa el tiempo que pase, uno siempre vuelve y recuerda’. Son pocos aquellos que pueden recordar con absoluta certeza sus años de infancia, todos los momentos vividos, todas las emociones descordadas y contenidas. Por ello estamos frente a un castillo de la memoria, donde en cada capítulo se ha depositado un recuerdo memorable. El epilogo que el libro cita, cuyo autor es García Márquez, resume la selectividad y fragilidad de la memoria: ‘La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y como la recuerda para contarla’”.

“‘Y muy tarde comprendí’ me recuerda, con una asombrosa coincidencia a Cortázar: ‘Yo me quedo con la casa donde he vivido plenamente, donde asistido a la belleza, a la bondad, donde he sido feliz… amo los recintos donde he encontrado un minuto de paz, no los olvido nuca, los llevo conmigo y conozco su esencia íntima…’. Ese es el escenario, el marco físico en el que se desarrolla la acción, no una calle, no un barrio, no una ciudad, sino una casa de madera que se erige como núcleo y centro del universo infantil para descubrir en esa construcción, habitada por el núcleo familiar, la memoria de quienes la habitaron dejando una huella imborrable. La casa de madera -comprada en San Diego y montada sobre unos pivotes de cemento- es el espacio de un principio ordenador de todos los sucesos que aparecen en la narración, conforman una red de significados que se establece a través de la descripción. Un espacio que, con redes invisibles, se extiende a la escuela, al estadio deportivo y el zoológico, al cine, la plaza de toros, al hospital, el universo. Infantil y adolescente”.

“Desde esa casa con columnas que sostienen el peso de la estructura, no solo de la construcción sino también de la familia Ochoa Palacio, late el ritmo de la ciudad, sus sitios y sus gentes, los lazos fraternos, la familia extendida que va de los abuelos a los vecinos. Louise Gluck, ganadora del Nobel de literatura, escribe en uno de sus textos más bellos, que lleva el título de «Nostos», una expresión de origen griego que se puede traducir como «regreso al hogar»: ‘Miramos el mundo una sola vez, en la infancia. El resto es memoria’. Pedro Ochoa regresa al hogar en este libro de memorias, que da cuenta de la construcción de su identidad a partir de su origen familiar. Somos lo que recordamos y ello responde a la interrogación ¿cómo he llegado a ser esta persona?”.

“‘Y muy tarde comprendí’ unifica pasado y presente en un todo narrativo. Estamos ante una novela Pedro Ochoa que combina la memoria y la invención de la memoria, de ahí la denominación de novelografía; un texto que recrea la vida en Tijuana en las décadas de 1960 y 1970, que da cuenta de una clase social media con cruces fronterizos y personajes que cualquier antiguo residente reconoce inmediatamente, con calles que pueden ser recorridas a media noche. De ahí el título del libro. Cito: ‘Y muy tarde comprendí que en mi casa y en mi familia, habitó alguna vez la alegría y en las calles de mi ciudad se respiró tranquilidad’”.

“Un libro de memorias no una autobiografía. Un libro de iniciación, en muchos sentidos, que no se lee, se goza, que abre cajas de intimidades familiares, de secretos develados. Un texto escrito con la mayor sinceridad. Una microhistoria que modifica la escala de observación para ver cosas que, en una visión general, no se percibe, una historia cercana a la cotidianidad. Es, también, una vía para una renovación de la historia que no ha sido contada, de las historias que quedan por contar. Felicidades, querido Pedro, por este libro pleno de referencias de una ciudad que ya no existe, pero que fue determinante para los cimientos de la ciudad que ahora es Tijuana”.

- Publicidad -spot_img

Autor(a)

Enrique Mendoza
Enrique Mendoza
Estudió Comunicación en UABC Campus Tijuana. Premio Estatal de Literatura 2022-2023 en Baja California en la categoría de Periodismo Cultural. Autor del libro “Poetas de frontera. Anécdotas y otros diálogos con poetas tijuanenses nacidos en las décadas de 1940 y 1950”. Periodista cultural en Semanario ZETA de 2004 a la fecha.
- Publicidad -

Puede interesarte

3 COMMENTS

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas

-Publicidad -
-Publicidad -spot_img