En unión al paro nacional de veterinarios, el Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas en Pequeñas Especies de Tijuana (COMVEZPET) convocó a los colegas tijuanenses a unirse en solidaridad por el asesinato del médico Héctor Hernández Caña, ocurrido el pasado 9 de febrero en Tultepec, Estado de México.
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A través de un comunicado, COMVEZPET lamentó los hechos de la privación de la vida de este compañero del gremio veterinario, y externó que se unirán a la exigencia a las autoridades correspondientes para hacer justicia a los deudos y familiares de la víctima.
“Todos y cada uno de los miembros que integran este Colegio de Médicos Veterinarios, siempre estaremos en favor de la vida humana, así como al cuidado y respeto de la vida de todas aquellas especies cuya atención nos compete. Consideramos que un desafortunado resultado en la debida práctica de la medicina veterinaria de un profesional de la materia jamás puede ser causa o motivo para criminalizarlo, como tampoco excusa para un linchamiento mediático a través de las redes sociales, mucho menos, actos delictivos como son las amenazas, extorsiones, lesiones o aquellos actos violentos que resulten en la privación de la vida humana”, manifestó.
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Buscando justicia para el colega, realizaron un exhorto a la sociedad tijuanense a reprobar todo acto violento que vulnere la integridad y la vida de un ser humano. También solicitaron empatía para los profesionales de la salud veterinaria.
A quien desee unirse al paro nacional, la cita es a las 10:00 a.m. frente al Monumento México, mejor conocido como “Las Tijeras”, en la ciudad de Tijuana. Además, en Ensenada, también se unirá con una marcha a las 9:00 a.m. que saldrá de la Plaza Cívica de La Patria, al igual que Mexicali, que se unirá a partir de las 10:00 a.m. desde la Plaza de Los Tres Poderes.
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¿Quién era Héctor Hernández Caña?
Héctor Hernández Caña era un médico veterinario zootecnista egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, con cédula profesional 7281751. Con 17 años de experiencia en su profesión, su último trabajo fue en la Veterinaria Faunaria, ubicada en el Estado de México.
Como parte de sus labores, realizó una cirugía a una perrita de raza yorkshire llamada “Mía”, de 8 años, que presentaba una obstrucción en el esófago a la altura del diafragma, causada por un hueso de aproximadamente 3 centímetros. A pesar de ello, desafortunadamente, la perrita falleció de un paro cardiorrespiratorio, derivado del tiempo que tardaron los dueños en decidir si deseaban realizar el procedimiento médico.
“Se siguieron las indicaciones, se le aplicó su fluidoterapia con medicamento y las maniobras correspondientes propedéuticas. Solo se retiró su vía intravenosa en ese momento para poder ofrecer una dieta blanda, dicha cantidad ofrecida para no generar una complicación en la recuperación”, aseguró el veterinario en redes sociales.
Después de ello, comenzaron las amenazas y extorsiones por parte de los dueños, hasta que estos acudieron directamente al establecimiento, según denunció el veterinario mediante cámaras de videovigilancia en redes sociales. Fue el 9 de febrero cuando sufrió el ataque con arma blanca y fue apuñalado, hasta finalmente perder la vida, por no lograr salvarle la vida a su mascota.
