Es una frase muy de moda en México. ¿No pasa nada? Claro que pasa. Se rompe un vidrio, ocurre un choque, una caída; sí hay repercusiones físicas y materiales.
Es un vocablo arraigado en la sociedad mexicana: No pasa nada… Pues si ya pasó, claro que pasó.
Me refiero a la Sra. Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, que Mr. Trump la hizo menos y no la invitó al Capitolio en su investidura presidencial. Qué cara hizo la señora en la mañanera cuando se tragó la vergüenza y salió por la tangente: No pasa nada.
Claro que pasó. No la invitaron y punto. Quizá no es de la estatura de la vida de Trump y de política. Lo hecho ya está. Lejos quedó está señora de ser invitada por teléfono, mensaje, etc.
¿No pasa nada? Claro que sí pasa. Y pasó desapercibida la Sra. Presidenta. Ni hablar…
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Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez.
Tijuana, B.C.