Tras las manifestaciones de las últimas semanas, el director de la Exportadora de Sal (ESSA), Moisés Poblanno Silva, sostuvo que es necesario implementar una planeación estratégica en el uso y aplicación de las horas extras en la empresa.
El director insistió en que no atenta contra el contrato colectivo de trabajo, sino que lo que pidió a los líderes sindicales fue una planeación ordenada del uso de las horas extras.
“Ellos efectivamente tienen un contrato colectivo de trabajo, tienen convenios firmados previos a mi administración. En ellos contienen que se hará uso del tiempo extra, lo que yo digo es: ‘hagamos la planificación’; las áreas que lo necesiten serán aquellas que podrán hacer uso del tiempo extra”, declaró.
Explicó que el contrato colectivo establece que, aunque se trabajen 15 minutos, se deben pagar ocho horas, lo que, asegura, va en detrimento de los recursos de la empresa, de los mexicanos y los contribuyentes.
En este sentido, Poblanno Silva señaló que las horas extras que se pagan en la ESSA al año equivalen a 200 millones de pesos, se trabajen o no.
“Entonces, lo que estamos haciendo es un reordenamiento, una política de uso eficiente de los recursos públicos y financieros de la Exportadora de Sal”, dijo.
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“En ningún lado se ha visto que, si no se trabajan, se tengan por qué repartir. Yo, como lo dije, no pretendo romper el contrato colectivo o atentar contra él, sino simplemente hacer una planeación correcta del tiempo extra”, agregó.
En este escenario, Poblanno Silva exhibió que hay empleados sindicalizados que ganan hasta más de 30 mil pesos a la semana por bonos, compensaciones y tiempo extra.
Sobre el producto que se estancó en 2024 tras la nacionalización de la Exportadora, el director general comentó que había 2.7 millones de toneladas de sal a su llegada al cargo en octubre, las cuales, aseguró ya están vendidas.
Asimismo, informó que cerraron el mes de enero con poco más de 520 mil toneladas entregadas y que en cuatro meses de su gestión en la ESSA ya se colocó toda la producción de 2025.
“Efectivamente el año pasado se vuelve una empresa 100 por ciento nacional, con el capital ya del gobierno mexicano; el socio japonés al irse se lleva la parte de la comercialización lo que dificultó, fue un momento complicado para la empresa porque no se tenían las ventas como antes”, subrayó.
“Exportadora de Sal está retomando su camino por el buen rumbo, en ese sentido estamos muy contentos”, finalizó.