14.4 C
Tijuana
lunes, febrero 10, 2025
Publicidad

Ayudar a migrantes

“No, no me llames extranjero. Traemos el mismo grito, el mismo cansancio viejo que viene arrastrando el ser humano desde el fondo de los tiempos cuando no existían fronteras antes que vinieran ellos; los que dividen y matan, los que roban, los que mienten, los que venden nuestros sueños, ellos son los que inventaron esta palabra: EXTRANJERO”.

-Alberto Cortez, “No me llames extranjero”.

Publicidad

Anuncio

 

En cada frontera de México existe una o más casas para ayudar a migrantes; algunas son Asociación Civil (A.C.) y  reciben ayuda privada y del gobierno.

Publicidad

Anuncio

Si usted quiere ayudar a los migrantes, no ocupa la mediación gubernamental ni privada; en su ciudad o frontera lleve directamente la ayuda que pueda y tenga la alegría evangélica o filantrópica de servir a los más necesitados en la persona del migrante.

En Betania, casa del migrante de la diócesis de Mexicali, por ejemplo, todo el año los grupos parroquiales llevan comida y víveres en persona y directo con los migrantes; platican con ellos, les regalan jabón, ropa, y les sirven comida fresca y preparada. Hay una cercanía con el migrante. Ellos son personas, no mera estadística.

Publicidad

Tijuana cuenta con varias casas para migrantes mujeres (Casa Asunta) y de hombres (Casa Scalabrinni). En Tecate la comunidad también atiende el asunto.

Fronteras como San Luis Río Colorado, Sonora, cuenta con la casa para migrantes La Divina Providencia; en Nogales; Iniciativa Kino, es un albergue para refugiados y migrantes, atendido por los padres jesuitas, religiosas, y seglares de la diócesis de Nogales, en el corazón de esta frontera.

La atención a las personas migrantes es un mandato de Cristo para servir a los más pequeños, conforme al evangelista Mateo: “Fui migrante y me acogisteis”. Y la promesa de ser feliz aquí y allá. “Todo lo que hicisteis a uno de estos pequeños de mis hijos, a mí me lo hicisteis”.

Si usted ayuda a un migrante o necesitado, está ayudando a Cristo.

Como hay mucha bondad y compromiso social en el caso de los migrantes, también podríamos pasar aquí mucho tiempo narrando cada quien sus experiencias sobre el tema. Sólo que ahora urge -siempre- ayudar a los migrantes. Ya cada quien dará cuenta de sus acciones porque lo que no hicisteis por uno de estos pequeños, a mí no me lo hicisteis. Y asegura el infierno a los que trataron mal -entre otros- a los migrantes.

Donde quiera que usted viva, infórmese del trabajo en su frontera o ciudad, a favor de los migrantes. No es novedad el fenómeno. Recientemente (2014) el Papa Francisco en Ciudad Juárez, Chihuahua, al entonces candidato Donald Trump le expresó que “una persona que desprecia y no sirve a los migrantes, no tiene nada de cristiano”.

Tiene toda la razón el presidente Trump sobre México como narcoestado. Tan sólo en el Sásabe, Sonora (Arizona), los migrantes son un abierto negocio para los traficantes de personas y de droga. Les “ayudan” a cruzar, pero cargados de drogas en mochilas que se exhiben y venden en plena carretera internacional en Altar, en donde todos los caminos llevan a Tucson o Phoenix a través del Saric, Sásabe y cientos de kilómetros de frontera y desierto.

Italianos conociendo Iniciativa Kino pro migrantes en Nogales.

Lo relevante es, pues, no aventurarse en la realidad, sino servir a los migrantes que vienen de muchos lugares del mundo en búsqueda de trabajo para sacar adelante a sus familias. Una aventura y sacrificio que no siempre termina bien. Infórmese en su ciudad y acuda personalmente con su familia y amigos a ayudar a los migrantes de hoy y siempre.

 

Germán Orozco reside en Mexicali, B.C.

- Publicidad -spot_img

Autor(a)

- Publicidad -

Puede interesarte

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas

-Publicidad -
-Publicidad -spot_img