Son pocos los periódicos o medios de comunicación en México que tienen espacio para que los ciudadanos tengamos derecho a expresar nuestros puntos de opinión, derecho a réplica o poder hacer propuestas o denuncias contra autoridades de los tres niveles de gobierno.
Existe una declaración de Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) donde muchos medios ya no respetan ese principio fundamental de preservar el derecho de los lectores y buscar siempre la verdad. Lamentablemente en mi estado de Guanajuato y en mi ciudad de León, no es excepción, pues vivimos este comportamiento casi en todos los medios, sean impresos, emitidos a través de radio, tv o digital. Desde hace años ya no hay periodismo de investigación. Lo que he leído vía virtual en los medios nacionales para mí son dos periódicos que se destacan porque aún conservan espacios para que los lectores tengan una ventana para expresar su palabra y ser publicado todo por vía impresa o virtual. Esos periódicos son La Jornada, de cobertura nacional, y el ZETA, en su sección “Correo Ilustrado” y “Cartaz”, respectivamente.
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Son muchos temas que se deben de abordar desde el punto de vista de los ciudadanos que vivimos el día a día en calle, casa, escuela, mercados, trabajo, hospital, iglesia; presencia de primera mano haciendo gestiones, esperando en filas interminables atención médica, cirugías, medicamentos, atención o información. No sólo se debe de publicar de los expertos políticos legislativos, cupulares, académicos, científicos, clérigos, empresarios. No se hacen evaluaciones, no se hacen muestreos, controles de calidad para medir la calidad de los servicios emitidos por autoridades de los tres niveles de gobierno de los tres poderes.
¡Lo que no se puede o quiere medir, no se puede mejorar, menos cambiar para mejorar! Son ríos de estadística de las personas atendidas, pero nada de la calidad. Satisfacción y solución de los problemas que padecen los ciudadanos.
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Hoy estamos en la incertidumbre de lo que haga el señor Trump respecto a sus órdenes de expulsar a miles de migrantes hacia México. Tenemos autoridades reactivas: nos felicitaron en su momento y nos siguen felicitando por el rompimiento de récords de remesas; nos dieron y dan palmadas en la espalda, pero es todo. No nada más son reactivas las autoridades porque no se planea a futuro a seis, 12 o 30 años, sino que no hay o no existen planes concretos permanentes; sólo ocurrencias. Se mantienen a las mismas personas en los puestos ejecutivos, legislativos y judiciales, haciendo lo mismo por años y obteniendo los mismos resultados por décadas. Hacen como que trabajan y hacen como que les pagan. Miles de millones de dólares en remesas, millones de personas afectadas, tiempo tirado a la basura, miles de millones de dólares en ganancias para empresas de transferencias y bancos de un país a otro. Como si no existiera tecnología de punta, procesos administrativos, gubernamentales, comunicación en tiempo real, desarrollo gubernamental, desarrollo de procesos de calidad, logística, leyes de control… ¡Es el mundo salvaje!
Soy un ciudadano de ya 68 años, preocupado y ocupado por sumarme al esfuerzo de muchos para cambiar realidades en lo posible inmediato y futuro. Radico en mi ciudad cuerera y aquí nací, crecí, amé e hice la tarea; me reproduje y me multipliqué. Sigo amando con todos mis chipotes y huellas de lo vivido. Me aventé de la tercera cuerda, vivito y coleando. Fundé Casa Guanajuato, espacio de acción, unión y reflexión; semilla de voluntad y conciencia, aun a pesar del gobierno de Guanajuato excluyendo y marginando a los que pensamos y actuamos diferente.
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Reciban un afectuoso y fraternal abrazo de mi parte.
Atentamente,
Francisco Javier Zamora Horta
León, Guanajuato.
Correo: [email protected]
