Una pugna interna en la facción de Los Chapitos en Baja California Sur y el sur de Baja California ha quedado está detrás de la ejecución del jefe de plaza José Eleazar Toscano, alias “El Profe” de 36 años, el pasado 11 de octubre del 2024 en la colonia Marcelo Rubio de Guerrero Negro, en Mulegé.
Además, es la causa de la desaparición de los hermanos Luis Alberto y Miguel Ángel Martín Cossio, de 39 y 42 años respectivamente, ocurrida el 14 de diciembre en Cabo San Lucas y de Ricardo Marrufo Anguiano, alias “El Ricky”, de 32 años, que entre estos se encontraría el jefe de plaza de Cabo San Lucas también de Los Chapitos.
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“San Quintín es el principal vórtice de violencia; desde esa zona se ha inestabilizado la parte media de la Península de Baja California. El impacto llega hasta el Paralelo 28, lo que afecta tanto a Baja California, como Baja California Sur. Allí se está concentrando la violencia entre células del Cártel de Sinaloa, específicamente Los Chapitos, una pugna interna y lo mismo que ocurrió en La Paz y Los Cabos: una limpia”, reveló la fuente de la Mesa de Seguridad Estatal.
Conforme pasan los días y la intervención de los cuerpos de seguridad desde La Paz, la información fluye y dan cuenta de la guerra interna que ha iniciado el propio Cártel de Sinaloa, específicamente células de Los Chapitos instalados en toda la Península de Baja California.
El integrante de la Mesa de Seguridad confirmó lo que ya era un secreto a voces: El Barbas sería quien asciende en la plaza de Guerrero Negro tras abatir al Profe.
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“Los propios oficiales vinculados al narco de Guerrero Negro ya soltaron, son datos de la muerte del líder de plaza conocido como El Profe; estaba al servicio de Los Chapitos y lo dio de baja la misma empresa o integrantes de la misma. Los datos confirman la participación del Barbas, quien habría enviado sicarios para acabar con la cabeza y controlar la plaza de la zona norte”, aseguró la fuente de investigación criminal.
Los datos de prueba fueron confirmados, según la fuente de inteligencia, por el propio sicario conocido como “El Pelado”, que se encuentra desaparecido (y su cómplice de igual forma); fueron enviados por El Barbas” para acabar con el líder de plaza, pero desistieron del “trabajo”.
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“Ese sicario fue al que mandaron mandar al Profe, pero no les salió y lo tuvieron que hacer ellos mismos; el sicario desistió de atacar a la misma empresa y ahora los desaparecieron al Pelado y su compañero, los que supieron cómo fue la orden del Barbas, de los vehículos quemados, esos son de los que quieren meterse ahí a Guerrero Negro. Son los Venados de Cedros, y Los Venados eran de los Mayos, pero antes de que los Mayos se pelearan con los Chapos, esos ya tenían problemas. Los Venados son los que mandaron a ese muchachito a uno de los que desaparecieron”, explicó la fuente de la Mesa de Seguridad.
También el levantón y muerte de Ángel de Jesús Navarrete Martínez, ocurrida el 6 de diciembre del 2024, fue operada por El Barbas; supuestamente había sido enviado para ocupar la plaza del Ejido Villa Jesús María en el municipio de San Quintín, Baja California, pero fue abatido por la plaza en Guerrero Negro.
Según los datos proporcionados, los sicarios se posicionaron cerca de 40 kilómetros o media hora para interceptar al joven y quitarlo del camino.
“Él venía de parte de Los Chapos de Tijuana, a él lo traían, lamentablemente eso fue así, y vinieron y aprovecharon que ya habían matado al Fresa, el encargado de Jesús María; aprovecharon de traer droga y los mismos Chapos de aquí de la Baja California Sur, que son del Barbas, que son los de la zona norte, pues lo atoraron porque pues como quiera viene de allá y les estaba chapulineando a los mismos Chapos. Un trabajador de la misma empresa estaba trayendo droga”, confió el agente de la Mesa.
Los sicarios del Barbas fueron señalados de operar la desaparición de los jóvenes Gael de la O Ceballos, de 19 años, y Ulises Piñuelas Vega, de 21, el 6 de enero de este año; uno de ellos perteneciente a la facción de Los Chapos para el grupo de Los Venados, quienes operan en Isla de Cedros y pretendían ingresar armas a la comunidad.
Los asesinos señalados por generar violencia en la zona norte son “El Rómulo”, “El Burro”, “Pancho Loco”, al mando del Barbas, y que según la fuente de seguridad, están dispuestos a dar guerra a Los Venados, que operan desde Tijuana hasta Isla Cedros.
“La información ha ido fluyendo, y se sabe que uno de los dos desaparecidos de esta primera semana de enero en Guerrero Negro transportaba armamento de Los Venados y pretendía armar un grupo en la zona; fue que los locales se enteraron y los levantaron”, añadió el agente de investigación de la Mesa.
VAN POR LÍDERES DE ZONA NORTE
Tras la ola de desapariciones en Guerrero Negro, los integrantes de la Mesa de Seguridad se vieron obligados a responder a Los Chapitos ubicados en la zona norte, ya que los elementos que “velan por la seguridad” en el Paralelo 28, parecieran estar al servicio de criminales.
“Tuvieron que intervenir desde La Paz. La capital metió las manos porque la situación ya era insostenible. A finales del 2024 se llevaron a cabo carreras y fiestas de la maña de Guerrero Negro y Vizcaíno, hasta de San Ignacio, y ahí veías a la misma Guardia Nacional y Policías cuidando el evento, dándoles protección; es una tierra sin Ley y la gente ya está cansada”, afirmó el elemento de investigación criminal.
El secretario de Seguridad Pública Estatal, Luis Alfredo Cancino Vicente, confió que fue enviada una comitiva especial para atender los brotes de violencia en la zona norte, específicamente en Guerrero Negro.
“Se están reforzando unidades y elementos para toda el área de Guerrero Negro, Vizcaíno y en general todo el municipio de Mulegé, para tener mayor presencia policial en coordinación con las autoridades de los tres niveles de gobierno. Ya estamos moviendo otros 40 elementos, vamos a tener 60 elementos en total en la zona por parte de la Policía Estatal”, dijo Cansino Vicente.
Pero no sólo se trata de un brote de violencia, sino de la entrada de células delictivas que pretenden instalarse en la entidad, y que, dijeron, deben hacer frente para estabilizar al estado.
“Ya los tenemos identificados, estamos ya reforzando ahorita el tema, sobre todo en la parte del municipio de Mulegé, donde vamos a poder tener un incremento más de elementos y la coordinación con Guardia Nacional, Sedena y Marina. Creo que vamos a poder tener rápido la contención ahí”, sostuvo Saúl González Núñez, secretario general de Gobierno.
La intromisión de Los Venados ha generado preocupación en el norte, mientras que en el sur de la entidad la situación se ha mantenido con algunos incidentes, así lo dijeron integrantes de la Mesa de Seguridad.
Además, confirmaron que así como ocurre en Sonora, Sinaloa y Baja California, la guerra interna del Cártel de Sinaloa ha llegado a Baja California Sur, y se ha manifestado en algunos puntos específicos en el norte de la entidad.
“No es un tema del estado, de Baja California Sur; sin embargo, está teniendo efectos en la zona norte particularmente en Guerrero Negro, Vizcaíno y Santa Rosalía y la Pacífico Norte, pero son esquemas de situaciones que se están generando en Baja California y en otras entidades de la república, particularmente en la zona de San Quintín, Ensenada. Entonces nosotros ya también estamos tomando las acciones pertinentes. Ya hubo coordinación también con el otro estado para fortalecer los límites de nuestra entidad y que no esté aconteciendo este tipo de intervenciones del otro estado hacia acá”, puntualizó Daniel de la Rosa Anaya, procurador general de Justicia en el Estado.
También confirmó que ya hay mandamientos judiciales en contra de los generadores de violencia, incluso vinculados con las desapariciones recientes y la ejecución del líder de plaza en Guerrero Negro.
“Tenemos la identificación de estas personas; tenemos mandamientos judiciales ya, que estamos por cumplimentar; se está trabajando para cumplimentación respectiva, y en este caso en particular, lo reitero, se trata pues de situaciones vinculadas con esos dos homicidios en noviembre y en diciembre otro: uno en Guerrero Negro; el otro recordarán ustedes ahí en la entrada de Santa Rosalía; y bueno, este caso de dos jóvenes que se está investigando en ese sentido”, afirmó De la Rosa.
Sobre la desaparición del jefe de plaza de Cabo San Lucas el pasado 14 de diciembre del 2024, Daniel de la Rosa explicó que hay avances, y que incluso los desaparecidos estarían relacionados en algunas carpetas de investigación en donde se les menciona de haber participado en actividades delictivas.
“De los hechos acontecidos en Cabo San Lucas estamos muy avanzados en la misma; vamos a solicitar unos mandamientos judiciales en contra de dos personas por el delito de secuestro. Ahí se trata, pues, de estas personas que en nosotros en cierta manera ya habíamos tenido alguna identificación, porque han sido en algún momento relacionados con alguna investigación o han sido mencionados en algún evento, algún incidente”, finalizó el procurador.
CAE SICARIO POR CRIMEN DE POLICÍAS
Este 10 de enero fue ejecutada la orden de aprehensión en contra de Eleuterio Navidad Ríos alias “El Tilín”, de 36 años, y originario del estado de Durango; su detención se llevó a cabo en la colonia Zaragoza en el municipio de Loreto, se le imputa su relación por la desaparición y muerte de dos policías.
Y es que el 2 de octubre del 2024 fueron localizados los restos de los dos policías estatales levantados a finales de septiembre en Comondú. Los agentes José Gabriel Morales Meza y Yair Radilla Flores fueron encontrados sepultados en una narcofosa en el tramo carretero Ciudad Insurgentes – La Purísima, a 6.5 km al norte del entronque de la entrada al poblado de Santo Domingo.
De acuerdo con los datos proporcionados, El Tilín sería sólo uno de los participantes en el atentado en contra de los oficiales de Seguridad Pública Estatal, de por lo menos cuatro involucrados directamente.
“El indiciado estaría ligado al grupo delictivo del Alacrán y El Tiburón, célula criminal que tiene operaciones en Comondú y el municipio de Loreto. Y que también están relacionados con el cobro de piso a pescadores y comerciantes de la zona de Puerto San Carlos, López Mateos, La Purísima y otras zonas”, detalló el agente de investigación criminal.
Por otro lado, quedó muy claro que el gobernador Víctor Manuel Castro Cosío no tiene el más mínimo interés por los atropellos que vive la ciudadanía, ni los servidores públicos víctimas del crimen organizado en Baja California Sur.
A pregunta expresa de la violencia que acontece la zona norte de la entidad, desde el municipio de Comondú hasta Guerrero Negro en Mulegé, y le injerencia de grupos delictivos del Cártel de Sinaloa, el ejecutivo dijo desconocer y que “él no tiene nada que ver”.
“Nosotros no tenemos información de ese tipo de cosas aquí en Baja California Sur. Yo no tengo nada que ver con los grupos delictivos; incluso en la Mesa de Seguridad no se habla de esos temas, se habla de lo que logramos”, refirió Castro.
