Parece que se lo tragó la tierra”, dijo Leoneli Valdez Romero, esposa de Hugo Eduardo Apodaca Félix, de 23 años que desapareció el 25 de diciembre del 2024 en la comunidad de San Ignacio, municipio de Mulegé, cuando se dirigía al Ejido Alfredo V. Bonfil y ya no se supo más de él.
La situación se ha tornado tensa en la Zona Norte de Baja California en la que grupos criminales llevan semanas enfrentados.
Desde la ejecución del líder de plaza José Eleazar Toscano alias el “Profe”, de 36 años, el 11 de octubre del 2024, asesinado a tiros sobre la avenida Domingo Carballo Félix y División del Norte de la colonia Marcelo Rubio en Guerrero Negro, las autoridades alertaron de una posible rencilla entre grupos criminales.
Aunque no se han registrado enfrentamientos armados, fuentes de la Mesa de Seguridad Estatal confirmaron a ZETA que la situación se salió de control, con más reportes ciudadanos de desaparecidos.
“Desgraciadamente encontraron una fórmula: ya no matan en la calle, los desaparecen; ya no es la misma que alguien vea la balancear a alguien, porque vieron el carro, vieron a la gente, más fácil de seguirlo. Ahora los detienen, los… ¿cómo se llama? Los levantan, le llaman ahora”, reconoció Víctor Manuel Castro Cosío, gobernador del Estado.
“Que se juzguen, se castiguen y punto, que se lleven frente a la Ley; pero estos no, estos grupos delincuenciales ajustan cuentas entre ellos mismos, y te agarran y desaparecen a alguien que anda vendiendo (droga) aquí o anda vendiendo allá. O por otra razón, las que sean, pero es una práctica de los grupos delincuenciales más reprobables, más deleznables, que nos ponen en aprietos a todas las autoridades del país y del mundo”, sostuvo Castro.
Con el Gobierno y todas las instituciones de seguridad rebasadas, la Zona Norte es hoy por hoy el punto más crítico, volviéndose el talón de Aquiles de inseguridad en toda la media península. Un sitio en el que están ingresando células delictivas de los Mayos y Chapos, ambas facciones del Cártel de Sinaloa.
Guerrero Negro es la punta del iceberg. El 6 de enero de este 2025 alrededor de las dos de la tarde, Gael de la O Ceballos, de 19 años, y Ulises Piñuelas Vega, de 21, fueron vistos a bordo de un Mazda 3 color gris y cuatro puertas; salieron a un mandado y ya no regresaron.
“Uno de ellos presuntamente tiene nexos con la célula de Los Venados, quienes están asentados en Isla Cedros, los informes internos de la gente de seguridad instalada en Guerrero Negro es que el grupo criminal pretende establecerse de este lado de la Península; fue el motivo por el cual fueron levantados”, indicó la fuente de la Mesa de Seguridad en La Paz.
Además, confirmó que Hugo Eduardo, desaparecido en San Ignacio el 25 de diciembre del 2024, fue víctima del “Mamuca”, segundo al mando del “Barbas”, quien se ha apoderado de la Zona Norte.
UNA GUERRA SILENCIOSA
Ante los comentarios vertidos del gobernador acerca de que “desaparecen a alguien que anda vendiendo” droga, la esposa del joven de 23 años dejó muy claro que Hugo Eduardo era una persona de bien, que sólo pasaba las fiestas decembrinas con su amiga y esposo.
“Yo estoy aquí solamente porque quiero a mi esposo de vuelta, yo quiero que me lo regresen. Él es una persona inocente. Están tocando la tranquilidad del pueblo y se están metiendo con gente inocente. El Gobierno no está haciendo nada, ya tiene más de una semana desaparecido y aún no tenemos ningún resultado por parte de las autoridades, no sabemos nada. No es justo, ya son muchos casos de gente que está desapareciendo. Mi esposo es inocente, él no tenía ningún nexo con ningún tipo de gente relacionada con la maña o algo por el estilo”, explicó Leoneli Valdez Romero sobre su esposo.
Explicó que tras la desaparición y después de buscarlo en los alrededores, acudieron a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) en la Zona Norte para denunciar la desaparición de su esposo, sin embargo, las autoridades se resistían en recibir la declaración.
“Salimos a buscarlo por brechas, rutas, con gente que trabaja en la sierra que saben de ranchos; salimos a buscarlo sin descanso, pero el día 27 acudimos mi suegra y yo a Santa Rosalía para interponer la denuncia correspondiente, la cual no se nos quiere tomar. Nos dicen que nos presentemos hasta el día siguiente porque no había personal que recibiera nuestra denuncia; estuvimos esperando, insistiendo de que por favor, pues era de urgencia. Nos atienden, pero no se hace de la manera que se debería; a mí no me incluyen en la denuncia y a él lo toman como un caso de un pleito familiar o así. No se hacen búsquedas, no se revisan cámaras”, aseguró la esposa del joven.
Los levantones han sido una constante en el municipio de Mulegé, particularmente en Guerrero Negro, donde se ha concentrado la lucha entre células del Cártel de Sinaloa: los Venados que hasta el último informe recibido estaban con los Mayos, y ahora la célula del Barbas para los Chapos, que incluso han estado enviando personas desde Tijuana, Baja California.
“En mi caso, en 11 días privaron de la libertad a cuatro de mis familiares. ¿Y qué pasa? Claro, no pasa nada, las cosas siguen así; claro que los recuperamos, claro que nos apoyó la autoridad, el Procurador Daniel de la Rosa, pero tenemos que estar viniendo hasta acá, viajar 12 horas de camino, y las personas que no tienen esa posibilidad de viajar”, lanzó Gemima Hernández, de la asociación Sólo Por Ayudar que está en la lucha para apoyar a familias de desaparecidos de la Zona Norte.
“No es posible que en zonas tan pequeñas como allá, que es el municipio de Mulegé, por supuesto que las autoridades están enteradas; (saben) quiénes son esas personas que están privando de la libertad de una manera tan impune. ¿Por qué lo digo así? Porque fui víctima de ellos, entonces presentamos denuncias, quejas, venimos aquí hasta la ciudad de La Paz para ser escuchados y es la única forma, pero esto no es correcto”, afirmó Gemima Hernández.
Leoneli Valdez afirmó que la Zona Norte ha sido olvidada. El caso de desaparición de su esposo no estaba en la lista en oficinas centrales de la Procuraduría; incluso “cuando llego aquí a La Paz, me entero que desconocían el tema de la búsqueda de él, y para eso ya habían pasado como cuatro días desde que él desapareció, que no tenemos resultados”, por lo que expresó su dolor, más en estas fechas de cambio de año que son de reunión familiar; apenas dos años de matrimonio y ya no está.
“Me lo arrebataron. Nosotros todavía tenemos muchas metas, tenemos planes; él es una persona sana y no es justo que las personas las desaparezcan, que se metan con gente inocente. No es justo que estén robando la tranquilidad del pueblo y que las autoridades estén encubriendo algo o simplemente ellos no estén haciendo su trabajo”, finalizó Leoneli.
“Yo había tenido respeto por las autoridades, que algunas de ellas sí están trabajando, se están esforzando, me refiero específicamente aquí en la ciudad de La Paz; pero lamentablemente por la situación que nos encontramos en la Zona Norte, municipio de Mulegé, es una zona distante de casi 12 horas de camino. Entonces, lo que está sucediendo es que hay autoridades en su mayoría todas corruptas, que están coludidas con el crimen organizado”, señaló Gemima Hernández.
La activista y defensora de derechos humanos actualmente está bajo resguardo judicial por dos atentados, el más reciente el 24 de diciembre del 2024, cuando criminales abrieron fuego contra la casa en donde se encontraba.
“Seguiré pidiendo justicia, y de ser posible a la Presidenta, de volver a acercarme a México, decirle ‘¡Ayúdenos!’. Necesitamos ayuda urgente en Baja California Sur, específicamente en la Zona Norte; esa es una problemática de todos los días: que desaparecen, torturan, extorsionan a muchas personas, y aparte de eso las destierran de sus viviendas, de sus domicilios, de su patrimonio; créanme que mi familia ha sido víctima de eso, por eso se lo digo”, denunció la activista.
En las últimas semanas, dieron cuenta los habitantes, han ocurrido diversos incendios de autos que fueron provocados por la guerra interna de células criminales. Así también, hay testimonios en la Mesa de Seguridad de elementos municipales, estatales y federales vinculados con el crimen organizado.
“Lo peor de todo es que los mismos municipales de Mulegé han participado como punteros, ellos son los que avisan y cuidan a los mandos criminales. Entre ellos está Francisco Lizárraga, encargado de la comandancia municipal de Guerrero Negro, Mario alias el ‘Chapo’ y Manuel Montaño de la Subprocuraduría de la Zona Norte, que tienen vínculos con grupos de la zona. Toda esta información la trae la misma Procuraduría y esta Secretaría”, informó la fuente de la Mesa de Seguridad.
Gemima Hernández denunció: “Lamentablemente en la Zona Norte, están todavía autoridades de administraciones pasadas que nos están haciendo mucho daño; y ahí existe, y ahí está, con total impunidad. Vemos por ejemplo a municipales, porque soy testigo ocular, custodiando a estos criminales, dándoles una atención que deberían de darnos a nosotros de ciudadanos”, expresó la activista.
“Confío mucho en el Procurador del Estado, Daniel de la Rosa, por tratar de arreglar esa situación de contaminación de corrupción que hay en la Zona Norte. ¿Qué está pasando señor gobernador del Estado, Víctor Castro? Estamos confiando en usted, pero necesitamos que voltea a ver a la zona norte de Baja California Sur. Hablan sobre proyectos, sobre obras, sobre cosas, pero la inseguridad y la tranquilidad de la ciudadanía… ¿qué está pasando? ¿Por qué nos están dejando abandonados? Porque de verdad, han salido muchísimas familias; y tengo pruebas, tengo testigos, de cómo han salido de Guerrero Negro por la inseguridad”, incluyó la representante de la asociación Sólo Por Ayudar.