Entre las cien órdenes ejecutivas que prometió emitir el presidente electo Donald Trump en su primer día de mandato, el 20 de enero, está la posibilidad de eliminar el sistema de CBP One, advirtió el activista José María García “Chema”, fundador del albergue Juventud 2000 y coordinador de la Alianza Migrante de Tijuana.
Según las 30 organizaciones civiles que atienden a migrantes en Tijuana, actualmente hay una población de cuatro mil personas en situación de movilidad que reciben techo y comida en la ciudad. La posible cancelación del programa CBP One, que procesa las solicitudes de asilo humanitario en Estados Unidos, podría complicar la vida de los migrantes que quedarían varados en las ciudades fronterizas mexicanas.
“Hay una preocupación, y vuelvo a decirlo: en los albergues, ahorita, en todos los albergues de la ciudad, mucha comunidad se va a quedar en los refugios, varada aquí en el norte del país, en las zonas fronterizas.
Basado en que este nuevo candidato electo ya dijo que, al entrar a partir del 20 de enero, va a cancelar el CBP One, algo que realmente no vemos viable, ya que, incluso, él en su administración que tuvo del 2017 al 2021 hablaba de que estas comunidades tenían que entrar de manera formal y normativa. Sin embargo, vemos que quiere quitar este programa que está funcionando y que ha permitido a miles de personas entrar de forma legal por las puertas normativas para llevar el proceso allá en Estados Unidos”, explicó a ZETA José María García Lara, coordinador de la Alianza Migrante de Tijuana.
Actualmente, hay 90 personas en situación de movilidad que viven en el albergue Juventud 2000; la mayoría son desplazados por la violencia en el interior de México y Centroamérica. Aunque su capacidad es de 200 personas, el 20 de enero tendrán espacio para 300, pues temen que el presidente Donald Trump cumpla su amenaza de deportación masiva.
“Vamos a improvisar. La capacidad es para tener un promedio de 200 personas, pero la improvisación es para 100 más. Vamos a utilizar todas las instalaciones en su momento si esto se sale de control y si llega a haber mucha comunidad a las afueras del albergue, como lo hemos hecho en otros momentos en situaciones complejas con la llegada de los migrantes del sur hacia el norte. Ahora toca la llegada del norte hacia el sur; aunque la realidad es que nos vamos a encontrar ante dos frentes que ahorita están latentes, lo más complicado que va a empezar es de Estados Unidos, del norte hacia el sur”, detalló García Lara.
Juventud 2000, al igual que el resto de las organizaciones civiles, subsiste gracias a los donativos de la comunidad binacional y del sector privado, ya que el apoyo gubernamental es limitado para atender a la población migrante que llega a la frontera mexicana de Tijuana.