El secuestro frustrado del vuelo Volaris 3041, que cubría la ruta de El Bajío a Tijuana, fue minimizado tanto por la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda como por el alcalde Ismael Burgueño. Ambos destacaron la eficacia del protocolo de contención implementado por el equipo de Volaris, quienes sometieron a un hombre que, utilizando una pluma, amenazó a la tripulación e intentó obligar a los pilotos a aterrizar en San Diego, California, durante la mañana del domingo 8 de diciembre.
Tanto la gobernadora como el alcalde coincidieron en dos aspectos: el hombre no estaba armado, por lo que no hubo pasajeros lesionados de gravedad y en normalizar que haya mexicanos desplazados de sus lugares de origen, quienes ven en Tijuana una alternativa para migrar debido a la inseguridad. En este caso, el agresor aseguró ser víctima de amenazas por parte del crimen organizado, lo que lo habría llevado a cometer el acto.
“Se están realizando las investigaciones. No se llevó a cabo el secuestro de este avión como se pretendía hacia Estados Unidos, y ya serán las autoridades federales las encargadas de darle seguimiento a este tema, dado que se trata de un delito federal. En el aeropuerto se realiza un trabajo excepcional. El hombre no subió armado; simplemente intentó obligar a los pilotos a desviarse, pero gracias a los protocolos de las aerolíneas, eso no ocurrió”, explicó la gobernadora Marina del Pilar.
Además, la gobernadora enfatizó que los aeropuertos son de jurisdicción federal, por lo que los estados y municipios tienen competencia únicamente en las áreas periféricas. Por ello, destacó la eficacia de los protocolos implementados en los aeropuertos y aerolíneas para contener la amenaza.
“El hecho de que la persona no estuviera armada demuestra que los protocolos funcionan al 100%. Esto puede considerarse como un acto aislado, y solo el responsable sabe por qué lo hizo. Reconozco el actuar de la autoridad federal y de los aeropuertos. Los protocolos dan certeza y seguridad, ya que hubo una reacción inmediata dentro del avión. Sobre todo, evitaron que ingresaran armas o cualquier objeto que pudiera haber generado un conato de violencia a bordo”, agregó el alcalde Ismael Burgueño.
El alcalde también reiteró: “Hasta donde tengo entendido, la persona no llevaba ningún tipo de arma. La investigación ya está a cargo de la autoridad federal, quien será responsable de determinar lo sucedido”.
El vuelo Volaris 3041 despegó del Aeropuerto Internacional de El Bajío a las 7:17 horas (hora del centro). La amenaza fue reportada a las 7:40 horas, lo que obligó a un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, Jalisco, a las 8:15 horas.
Después de dos horas, el vuelo reanudó su trayecto y aterrizó sin contratiempos en el Aeropuerto Internacional Abelardo L. Rodríguez de Tijuana a las 12:18 horas (hora local).
Las investigaciones continúan para esclarecer las circunstancias del incidente y determinar las responsabilidades correspondientes.