Alrededor de 180 jóvenes se encuentran recibiendo tratamiento en los diferentes establecimientos de control de adicciones en Baja California, según informó el Instituto de Psiquiatría del Estado.
De acuerdo a Edgar Cosgaya Burgoin, verificador del programa de supervisión a los establecimientos especializados en los tratamientos a las adicciones, y establecimientos libres de humo, el número de jóvenes internados durante este 2024 fluctúa entre 150 a 180, siendo el pico más alto 210 pacientes.
Estos números se mantienen igual en comparativa con el año anterior, 2023. Dichas cifras corresponden al 80 por ciento de la capacidad en camas censadas en la entidad de establecimientos de menores.
En Baja California hay un total de 13 establecimientos: en Mexicali hay un establecimiento para atención de hombres adolescentes; en Ensenada hay cuatro para atender mujeres y cuatro para hombres; en Rosarito uno para hombres; y en Tijuana uno para hombres y dos para Mujeres.
“Nosotros referimos algunos; usualmente la familia busca internamiento, no siempre. Es el internamiento la opción final del tratamiento. Es decir, vienen a valoración, se evalúan, si el consumo no es denominado una adicción muy arraigada, es decir, tienen un consumo experimental”, explicó.
En ese sentido, son la misma cantidad de personas bajo tratamiento residencial que las que llevan tratamiento ambulatorio, siendo éstas últimas quienes tienen mayores probabilidades de éxito y no reincidir. El porcentaje de efectividad en el tratamiento residencial, en contraste, es del 30 por ciento.
Actualmente la droga de impacto es la metanfetamina, iniciando algunos su consumo desde la marihuana. Sin embargo, los pacientes que viajan desde Estados Unidos, tienen como principal droga de consumo el fentanilo, así como las pastillas M30.
Los jóvenes más vulnerables son aquellos que no cuentan con una correcta integración familiar, o una red de apoyo; por ellos se ha ido a las escuelas a difundir los programas de prevención, siendo zonas como el Valle de Mexicali, las de mayor atención.
“El protocolo es preventivo, se trabaja con todas las escuelas, hay un programa específico que encarga de llegar a los jóvenes, en las zonas que ya se tienen identificadas como problemáticas, y ya se tienen identificadas como que tienen mayor consumo”, señaló.
Incrementa uso de vapeadores
Por otro lado, resaltó que, en cuanto al consumo de drogas legales, el uso de vapeadores ha incrementado de forma alarmante en los jóvenes, iniciando desde secundaria o preparatoria.
“Empiezan a consumir el tabaco o la nicotina saborizada, es ahí donde empiezan ellos a abrirse”, comentó.
Adjudicó como alguna de las causas del incremento el desconocimiento de las familias, quienes creen que, por consumir a través de un vapeador, es mejor opción que fumar, o incluso una forma de dejar de hacerlo; sin embargo, provoca los mismos daños a la salud, específicamente al sistema respiratorio.