Apenas nos habíamos reunido recientemente, habiendo acordado desarrollar en conjunto diversas actividades, relativas tanto en cuanto a su empresa, Grupo Aduanal Ayala, como a organismos a los que pertenecía.
Aunque había tenido el gusto de conocerlo anteriormente, nos tocó reencontrarnos a través del Comité Ciudadano de Seguridad Pública que formamos hace aproximadamente seis años para mejorar la seguridad de los fraccionamientos Zona Costa, donde desde el inicio manifestó gran disponibilidad y participación.
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Aunado a su interés personal en el tema, por ser vecino de la zona, surgió enorme empatía porque pertenecía a la AAATT (Asociación de Agentes Aduanales de Tijuana y Tecate), misma que presidió en dos ciclos anuales, siendo el más reciente en el periodo 2022-2023, asociación empresarial con la cual tuve gran cercanía en el pasado, dada mi calidad de consultor profesional.
Su nombre completo fue Adolfo Manuel Ayala Bejarano, quien era Vicepresidente Ejecutivo del CEN de CAAAREM (Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana), habiendo sido fundador de la AAATT.
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Además de que en el trato personal irradiaba siempre enorme entusiasmo, mediante sus redes sociales difundía constantemente sus actividades en pro del gremio aduanero, así como sus aficiones personales, destacándose su gusto por la gastronomía, lo cual fue abruptamente interrumpido el martes 26 de noviembre cuando trascendió el impactante acontecimiento de su fallecimiento: apenas de 60 años de edad, como un rayo fulminante, un infarto acabó con su vida, sorprendiendo gravemente la noticia a todos los que teníamos el agrado de conocerlo.
Adolfo fue Catedrático de la Universidad Iberoamericana, donde estudió la licenciatura en Comercio Exterior y Aduanas.
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Al conocerse su deceso, el comentario común era de incredulidad, ya que aparentemente gozaba de plena salud y felicidad, y dada su popularidad, su carisma y la amistad que profesaba, de inmediato las redes sociales y medios de comunicación se llenaron de esquelas y manifestaciones de pesadumbre por la triste novedad. En múltiples espacios, tanto digitales como en donde coincidíamos, ya fuera en el ámbito empresarial o social, unos a otros nos preguntábamos que si ya se sabía que Adolfo había fallecido, contestando afirmativamente o sorprendiéndose, según fuera el caso, y si se trataba de alguien que aún no lo había escuchado, expresaba de una u otra manera que no lo podía creer.
Su partida ha dejado a la sociedad de luto.
Adolfo dejó un gran legado, tanto en el capital de afectos que había acuñado, así como en el sector empresarial, especialmente en el ámbito aduanal, herencia intangible, pero sumamente valiosa, la cual estamos seguros que trascenderá y alimentará su recuerdo.
Que en paz descanse. Desde aquí una vez más expreso mis condolencias a su familia, seres queridos y amistades.
Todo es cuestión de recordar con gran aprecio a Adolfo Ayala.
Alberto Sandoval ha sido profesor, servidor público, consultor, conferencista, deportista y activista ciudadano. Correo: AlbertoSandoval.AlianzaCivil@gmail.com Internet: http://about.me/sandovalalberto/
Facebook: Alberto Sandoval. X (Twitter): @AlSandoval
