Los angelinos coronaron un año en el que acumularon 98 victorias, la mejor marca de la temporada regular. En playoffs, derrotaron a Padres de San Diego en la serie divisional y luego ganaron a Mets de Nueva York en la serie por el campeonato de la Liga Nacional. En el Clásico de Otoño necesitaron de cinco juegos para vencer a Yanquis
Shohei Ohtani, Freddie Freeman y compañía fueron implacables para que Dodgers de Los Ángeles conquistaran su segundo campeonato de Serie Mundial en cinco temporadas.
Gracias a la complicidad de tres fallos defensivos de Yanquis de Nueva York en el juego 5, Los Ángeles se repuso de un déficit de cinco carreras en el quinto inning y consiguió una vibrante victoria 7-6 que sentenció el Clásico de Otoño en cinco juegos. Elevados de sacrificio de Gavin Lux y Mookie Betts en el octavo inning ante Luke Weaver, completaron la remontada en el Estadio de los Yanquis.
Aaron Judge y Jazz Chisholm Jr sacudieron jonrones consecutivos en el primer inning y un sencillo remolcador de Alex Verdugo mandó fuera al abridor Jack Flaherty en el segundo. Un jonrón de Giancarlo Stanton en el tercero contra Ryan Brasier estiró a 5-0 la delantera neoyorquina, en tanto, el abridor Gerrit Cole dominaba a placer.
Para obtener el octavo campeonato de una franquicia que se fundó en Brooklyn, uno de los cinco distritos de Nueva York, Dodgers se convirtieron en el primer equipo en la historia que ha quedado abajo por cinco carreras o más en postemporada, luego ese déficit, han vuelto a rezagarse y de todas formas ganaron el juego.
“Desde luego que no lo planifiqué de esta manera, son tantas emociones de principio a fin. Estoy agradecido de estar aquí sentado, por lo que han hecho nuestros jugadores, su perseverancia, la garra que mostraron”, señaló el manejador Dave Roberts.
Los angelinos coronaron un año en el que acumularon 98 victorias para la mejor marca de Ligas Mayores durante la temporada regular. En postemporada, derrotaron a Padres de San Diego en la serie divisional y luego ganaron el campeonato de la Liga Nacional al ganar a Mets de Nueva York.
“Tuvimos que pasar por tantas cosas, pero diría que tuvimos la mejor marca del Beisbol este año”, resaltó Roberts, quien maniobró la postemporada con apenas tres lanzadores abridores por culpa de lesiones. “No fue fácil, pero nuestros jugadores no dejaron de dar batalla”, agregaría.
Shohei Ohtani, la estrella japonesa adquirida por Los Ángeles el pasado invierno con un monto récord de 700 millones de dólares, respondió convirtiéndose en el primer jugador con una temporada de 50 jonrones y 50 robos. Pegó dos hits en 19 turnos en la serie, limitado a un sencillo tras sufrir a dislocación de su hombro izquierdo durante un intento de robo en el segundo juego.
Freddie Freeman aportó un sencillo remolcador de dos carreras y empató el récord del Clásico de Otoño con 12 impulsadas, fijado por Bobby Richardson a lo largo de siete juegos en 1960. En el juego 1, cuando Dodgers estaban a un out de la derrota en el primer duelo, dejó tendidos a Yanquis con un grand slam, haciendo recordar el cuadrangular de Kirk Gibson ante Dennis Eckersley de Oakland que acabó el juego inaugural de 1988 y condujo a Los Ángeles al cetro.
Sin olvidar la garra y destreza de Mookie Betts tanto a la ofensiva como a la defensiva, los batazos oportunos de Teoscar Hernández, las actuaciones de John Flaherty, Yoshinobu Yamamoto, Walker Buehler y todos los relevistas. Se trata del séptimo campeonato de Dodgers desde que (previo a la temporada de 1958) abandonaron Brooklyn rumbo a la ciudad californiana.
Pero este es el primero en una campaña no abreviada desde 1988, y se siente genuino. En 2020 se consagraron en una Serie Mundial neutral contra Tampa Bay tras una temporada regular de 60 juegos y ni siquiera pudieron celebrar con un desfile, debido a la pandemia de coronavirus.
Por cierto, el festejo por las calles angelinas será hoy viernes 1 de noviembre, día en que el recién fallecido Fernando Valenzuela cumpliría 64 años.
A PESAR DE LAS LESIONES
Zarandeados por la salud y la pérdida de los lanzadores Tyler Glasnow, Clayton Kershaw, Tony Gonsolin y Derrick May, la directiva adquirió a John Flaherty, al relevista Michael Kopech y el infielder-jardinero Tommy Edman en la fecha límite de canjes. Los tres fueron esenciales en la marcha al título.
Roberts atribuyó a una reunión del equipo el 15 de septiembre en Atlanta y, tras perder a Glasnow por una lesión en el codo, la cohesión generada los impulsó al trono de las Grandes Ligas.
Estos Dodgers jugaron con un fervor sin límites, decididos a sacarse de encima las frustrantes eliminaciones en la primera ronda contra San Diego y Arizona en los últimos años. Fiascos que empezaron a crear la impresión de que eran una nueva versión de Bravos de Atlanta, club que apenas pudo ganar un título en la década de los 90 pese a quedar habitualmente primeros en su división durante la temporada regular.
Los “Azules” han clasificado a playoffs en las últimas 12 campañas, once como campeones de la División Oeste de la Liga Nacional, nueve de éstas con Roberts como mánager. Roberts ganó su segundo campeonato de su etapa como piloto de Dodgers para igualar a Tom Lasorda y quedar por detrás de los cuatro de Walter Alston.
Dodgers ganaron por cuarta vez en 12 enfrentamientos contra Yanquis en Serie Mundial.