Con el nombramiento de Rosina del Villar Casas como dirigente de Morena en Baja California, procedimiento que tuvo lugar el 10 de noviembre en sesión extraordinaria del Consejo Estatal, el hoy ex delegado en funciones de presidente, Catalino Zavala Márquez, se ha venido quedando sin aliados políticos. Así lo dijeron militantes del partido en el poder. Según detallaron, el otrora secretario general de Gobierno “andaba muy acelerado” abonando terreno para las elecciones de 2027, en las que pretendía que contendiera por la alcaldía de Tijuana la regidora Magaly Ronquillo. El proceder del entonces líder estatal partidista no fue del parecer de la gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda, de tal suerte que dispuso sustituirlo con la ex diputada local, quien durante la administración estatal encabezada por la mexicalense fue secretaria de Honestidad y Función Pública. La sustitución no sólo implicó una renovación en el Comité Ejecutivo Estatal, sino que “todos aquellos que estaban con Catalino se disciplinaron” con Ávila Olmeda. Entre esos personajes figura la nueva secretaria general del CEE, Karla Pedrín, así como la alcaldesa de San Quintín, Miriam Cano; igualmente, el ex coordinador de Delegaciones, Apolinar Fernández Álvarez, quien el 12 de noviembre rindió protesta como secretario de Movilidad Urbana Sustentable Municipal, en reemplazo de María del Pilar Vázquez, en cuyo caso el domingo 10 asumió como secretaria de Organización del CEE. “Básicamente le están haciendo creer a Catalino que le están acomodando a su equipo, pero realmente se lo están quitando”, en un afán de restarle fuerza al grupo político que venía encabezando. Así la aparente depuración emprendida por la mandataria estatal en Morena.