Sin ayuda de un coordinador de proyectos especiales, sin presupuesto adicional y sin mayor número de personal, la directora de Seguridad Pública de Tecate, Marina Calderón, está recuperando espacios tomados por la delincuencia para regresarlos a los tecatenses y la legalidad. Aparte, está dignificando no sólo las oficinas de la dirección que encabeza -estaban en un abandono brutal y perjudicial-, sino también la labor y la atención del policía municipal. En la recuperación de las instalaciones municipales, doña Marina ha habilitado áreas para el esparcimiento y la alimentación de los oficiales, reconstruido patrullas de las que le heredaron con fallas y sin mantenimiento, y regresado para una labor preventiva las motocicletas que se utilizaban para extorsionar ciudadanos. De las 35 casetas de seguridad en abandono, algunas utilizadas como picadero, Calderón ya ha rehabilitado un par: una en la delegación Cerro Azul, en la sección Cafetalera, y otra en la colonia Juárez. El trabajo resulta impresionante: de una zona totalmente tomada por los delincuentes, con grafiti, desecha su estructura, basura e indigencia, ahora se cuenta con casetas limpias, reestructuradas, activas y operando, además de servicios públicos de sanitarios para la ciudadanía. En la colonia Juárez, por ejemplo, se rehabilitó el parque para uso y disfrute de los vecinos, lo que implica de manera adicional, la labor de la sección de Parques y Jardines de Tecate, que, dicho sea, también tiene abandonadas las áreas públicas comunes. La idea de la funcionaria es recuperar los espacios para la sociedad y arrebatárselos a los criminales, al tiempo que a los policías de Tecate se les habilita una zona de gimnasio, áreas comunes de resguardo de vehículos y armas, así como un comedor donde todos los días disponen de alimentos calientes, frutas y bebidas para su consumo, patrocinados por comerciantes y restauranteros del Pueblo Mágico. Así ha iniciado, a la par de una revisión de los elementos, sus incapacidades, capacidades, exámenes de evaluación y adiestramiento en la Academia de Policía, la única mujer encargada de la seguridad en cualquier municipio de Baja California. Y sí, sin recursos adicionales ni un coordinador de proyectos especiales. Cuando se quiere, se puede, solitos.