Un primer mes en la administración de Claudia Sheinbaum Pardo como Presidenta de México y nada cambia en materia de seguridad pública. La violencia continúa en sus expresiones más comunes, como son los homicidios, las masacres, los abusos de autoridad, las extorsiones y la toma de territorios por parte de grupos de la delincuencia organizada. Los asesinatos de alcaldes, sacerdotes y periodistas con agresiones a instalaciones de medios de comunicación. Sin embargo, en esos primeros 31 días el crimen estructurado incorporó -a su amplia baraja de atemorizar a la población y a las autoridades- tácticas narcoterroristas como el estallido de carros bomba en el estado de Guanajuato.
De esa forma, octubre no fue diferente a otros meses del sexenio anterior y durante esa última mensualidad fueron privadas de la vida dolosamente dos mil 293 personas, en una estadística cuestionable por la evidente “rasurada” de cifras de personas muertas en eventos concretos, como las masacres de Culiacán y Tecpán de Galeana, en las que perecieron 19 individuos en cada evento, y ni en las fechas que ocurrieron ni en las posteriores aparecieron en los indicadores que maneja día a día el Gobierno Federal, y que comparte a través de la página web: informeseguridad.cns.gob.mx.
Con un promedio diario de 73.9 homicidios, los crímenes se concentraron en los estados de Baja California, Chiapas, Chihuahua, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Sinaloa, marcándose un énfasis especial en los estados del Noroeste, el Bajío y Suroeste, donde el Cártel del Pacífico (Sinaloa) enfrenta “guerras” entre sus propias células o refuerza a otros grupos para contender contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y algunas otras organizaciones rivales. Sin embargo, las tasas más altas de víctimas de homicidio doloso por cada 100 mil habitantes se concentraron en Colima, con 82.77; Morelos, con 57.73; y Baja California, con 45.36
Sheinbaum aseguró el primer día, al asumir su mandato, en una agenda de 100 compromisos, que contaría con una estrategia de seguridad que garantizará la disminución de los delitos de alto impacto. “No regresará la irresponsable guerra contra el narco de Calderón que tanto daño le hizo a nuestro país. Nuestra convicción sigue siendo que la seguridad y la paz son frutos de la justicia. Estamos consolidando la estrategia”, dijo la mandataria. La estrategia de cuatro ejes se centrará en atención a las causas, fortalecimiento de la Guardia Nacional, el uso de inteligencia y la coordinación.
El 8 de octubre, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, reiteró los cuatro ejes, pero más operativamente advirtió que para una paz duradera se requiere cumplir con tres objetivos: “El primero es la disminución de la incidencia delictiva, principalmente de los homicidios dolosos y delitos de alto impacto como la extorsión; neutralizar generadores de violencia y redes criminales con atención a zonas de alta incidencia delictiva; fortalecer las capacidades de prevención y proximidad social de las policías locales; y mejorar el diálogo con todos los sectores de la sociedad”.
ASESINATOS MÚLTIPLES
Sin embargo, en el primer mes no se observó que la estrategia comience a dar resultados, incluso se desconoce si ya comenzó a operar. El primer día de octubre se registró una masacre en un domicilio de la colonia Ejidal del municipio de Martínez de la Torre, Veracruz, donde cuatro personas, entre ellas tres hombres y una mujer, fueron asesinadas. Y al día siguiente, ocurrió un multihomicidio en un centro de rehabilitación de Salamanca, Guanajuato, en el que cinco personas perdieron la vida y cuatro resultaron lesionadas. En ambos casos grupos de hombres armados perpetraron los crímenes y huyeron sin ser detenidos. Los crímenes continuaron en Salamanca los días posteriores.
El mismo miércoles 2 trascendió la muerte de seis migrantes en el estado de Chiapas, a manos de soldados del Ejército Mexicano que les dispararon cuando se desplazaban a bordo de tres camionetas junto con otros 27 indocumentados, de los cuales 12 resultaron heridos y el resto ilesos. Las víctimas eran de nacionalidad egipcia, salvadoreña y peruana. Autoridades informaron que los dos soldados que dispararon en contra de los extranjeros fueron detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía General de la República, aunque la policía militar también lleva a cabo la investigación correspondiente. Mientras que en el Senado de la República se guardó un minuto de silencio por estas muertes, expertos señalaron que el asesinato de migrantes no es un hecho aislado en México.
El 13 de octubre, a la altura del kilómetro 81 de la carretera federal 80, en el tramo de Lagos de Moreno a San Luis Potosí, municipio de Ojuelos de Jalisco, a un costado del camino fueron localizados los cadáveres de cinco hombres de entre 25 y 40 años de edad, decapitados, con huellas de tortura y cubiertos con bolsas de plástico de color negro. Aunque inicialmente se presumía que las víctimas eran vecinas de otros estados, después trascendió que se trataba de personas que posiblemente desaparecieron en las inmediaciones de la Nueva Central Camionera, cuando en diversos casos, acudieron por la zona a atender presuntas ofertas de trabajo.
Las balaceras, privaciones de la libertad, homicidios dolosos y bloqueos no han dejado de presentarse en Culiacán y otros municipios de Sinaloa desde que inició la ola de violencia por la supuesta batalla entre las facciones de “Los Chapitos” y “Los Mayos”, ambas del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, hay días de multiasesinatos, como la noche del 17 de octubre, cuando seis presuntos delincuentes fueron abatidos tras enfrentarse a elementos del Ejército en las inmediaciones de El Guasimal, cerca de Tepuche, en la capital sinaloense. Militares aseguraron dos vehículos, 22 armas de fuego de alto poder, dos granadas, cargadores, cartuchos de diferentes calibres y diverso equipo táctico.
Una de las más cruentas balaceras se registró el día 21 durante el operativo encabezado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para detener a Edwin Antonio Rubio López, “El Max” o “El Oso”, presunto jefe de una célula delictiva afín a la facción de “El Mayo” Zambada del Cártel de Sinaloa, y que operaba principalmente en Baja California. En hechos ocurridos en las inmediaciones de un campestre de la localidad de Plan de Oriente, conocido como El Doce, rumbo a Sanalona, en Culiacán, fueron abatidos 19 civiles, la mayoría de ellos sinaloenses y algunos originarios de Tijuana. Otros sujetos pudieron escapar durante la refriega. La Presidenta Sheinbaum aseguró que las Fuerzas Armadas respondieron dentro del marco de la ley.
Cuatro días después la estela de muerte se trasladó a Tecpán de Galeana, Guerrero, donde -de madrugada- en un enfrentamiento entre organizaciones delictivas, fallecieron 17 civiles y dos policías. A decir, del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, se trató de una confrontación entre la organización criminal Guerrero Nueva Generación (GNG), identificado con el Cártel Jalisco, que ingresó con 16 vehículos a territorio del grupo criminal de Los Granados. Primero en el poblado El Moreno y luego en la cabecera municipal de Tecpán, dándose varias agresiones a balazos con el saldo referido. Después se conoció de detenciones y aseguramientos.
ATROCIDADES
Pero no sólo fueron multihomicidios. El primer mes de Claudia Sheinbaum como Presidenta estuvo lleno de atrocidades, como el impactante asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, el domingo 6 de octubre en la colonia Villas del Roble, donde se localizó una camioneta con la cabeza del edil sobre el toldo y su cadáver en el interior del vehículo. Arcos Catalán había asumido la alcaldía el 30 de septiembre anterior. El crimen fue lamentado desde la mismísima oficina en México del Alto Comisionado de la ONU, que condenó el hecho y exhortó a las autoridades a realizar una investigación rápida y efectiva.
El 14 de octubre fue asesinado en Tijuana el subcomandante de la Agencia Estatal de Investigación, Gerardo González Zamorano, asignado al municipio de Tecate. El mando policial fue atacado a balazos mientras permanecía dentro de su vehículo, estacionado en su domicilio, donde los victimarios le dejaron una cartulina con un mensaje amenazante. En la misma fecha fue acuchillado durante la madrugada el presidente municipal de Candelaria Loxicha, Oaxaca, Román Ruiz Bohórquez; el alcalde fue atacado con objeto punzocortante en su casa, cerca del Palacio Municipal, en el barrio El Calvario, en San Pedro Pochutla.
Y mientras en el primer cuadro de la Ciudad de México fue herida de bala la lideresa de comerciantes en el Centro Histórico, Diana Sánchez Barrios, el 17 de octubre, en la ciudad de Culiacán, las instalaciones del diario El Debate fueron atacadas a balazos, luego de una jornada violenta en Sinaloa, presuntamente generada por facciones del Cártel de Sinaloa. No hubo heridos, sólo 12 disparos en la fachada del inmueble. Tres días más tarde, el sacerdote tzotzil Marcelo Pérez Pérez fue asesinado cuando se trasladaba en una camioneta, tras oficiar una misa en el barrio de Tuxtitali en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Claudia Sheinbaum lamentó el crimen al día siguiente en la “mañanera”.
Después vendrían los atentados con carros bomba en los municipios de Acámbaro y Jerécuaro, en el estado de Guanajuato, al amanecer del 24 de octubre. El primero de ellos a las 05:10 horas en pleno centro de Jerécuaro, donde la explosión de un automóvil dejó como saldo una patrulla de Seguridad Pública, siete vehículos y nueve locales comerciales incendiados. A las 06:25 horas, otro coche bomba estalló en las inmediaciones de la Comisaría de Seguridad de Acámbaro, en Guanajuato, dejando a tres policías lesionados, una de ellas una mujer, reportada con heridas de gravedad. La Presidenta Sheinbaum negó que esos eventos fuesen considerados como actos de terrorismo; sin embargo, legisladores plantearon aumentar la pena por terrorismo a 40 años de prisión.
El 28 del mes pasado fue ejecutado de un disparo el exalcalde de Cotija, Michoacán, Aurelio Santos, en hechos ocurridos cerca del colegio de bachilleres, en la colonia Los Corrales. Ese mismo lunes fue asesinada la directora de Seguridad Pública de Angamacutiro, Michoacán, Lizbeth Esthela Romero Tafolla, de 37 años. El crimen se perpetró cuando la funcionaria salió de su casa, por un sujeto que le disparó en la cabeza y luego escapó en una motocicleta. Al miércoles siguiente, en esa misma entidad, pero en el centro de Uruapan, fue acribillado a tiros durante la noche el periodista Mauricio Cruz Solís, de la plataforma Minuto por Minuto; fue atacado a balazos por presuntos sicarios.
CAPTURAS RELEVANTES
Por su parte, autoridades locales y federales lograron la captura de algunos delincuentes vinculados a diversos de los hechos relatados y pertenecientes a organizaciones criminales reconocidas. El primero en caer fue Luis Alberto “El 17”, presunto brazo derecho de Humberto Figueroa, el 27, jefe de seguridad de Los Chapitos, del Cártel de Sinaloa. La detención ocurrió en La Guamuchilera, en Culiacán. Fue en esa misma entidad donde el 22 de octubre fue atrapado, tras cruentos enfrentamientos, Edwin Antonio Rubio “El Max”, asegurando -el Ejército- un rancho, cuatro ametralladoras, 17 armas largas, cinco armas cortas, un fusil Barret, 18 chalecos tácticos, nueve cascos balísticos, siete vehículos y cartuchos varios.
Por los asesinatos de Tecpán de Galeana, el 24 de octubre, fueron detenidos 15 individuos, 10 de los cuales son de origen guatemalteco, uno de nacionalidad salvadoreña, así como cuatro mexicanos. De ello se informó dos días después. Presuntamente, las sujetos armados ingresaron a la zona de conflicto y agredieron a elementos de seguridad municipal, quienes se encontraban realizando actividades rutinarias de prevención en referido municipio; posteriormente vinieron los enfrentamientos entre los grupos de Guerrero Nueva Generación y Los Granados.
Dos días antes de terminar el mes fue detenido por militares en Zapopan, Armando Gómez Núñez, “Delta 1” o “Máximo”, señalado como tercero al mando del CJNG, a quien le aseguraron armamento y posible narcótico. Un comunicado de la Sedena asegura que el capturado estaba encargado de la expansión de este grupo criminal en el estado de Michoacán. El tipo ya había estado preso tres años antes. Y el día 30 fue detenido el ciudadano chino Zhi Dong Zhang, quien cuenta con orden de detención provisional con fines de extradición, acusado de lavar millones de dólares para los cárteles de Sinaloa y Jalisco. El oriental es presunto intermediario en el tráfico de fentanilo desde China hacia cárteles en América Central, Sudamérica, Europa y Estados Unidos.