El compromiso de la gobernadora Marina Ávila de presentar la reforma a la Ley de ISSSTECALI este 2024, sugiere que no habrá foros, y se dirige a un albazo legislativo
Desde el primer año de gobierno, Marina del Pilar Ávila Olmeda entendía que su principal reto para esta gestión era el sistema de pensiones quebrado, heredado de pasadas administraciones que han utilizado al Issstecali como un salvavidas para amigos y familiares, ya sea mediante jubilaciones, pensiones o basificaciones.
Marco Moreno Mexía, secretario de Hacienda, tuvo en Issstecali una de sus primeras movidas, al solicitar un rescate financiero para cubrir los compromisos inmediatos, logrando -a través de una deuda- cubrir las necesidades inmediatas. Sin embargo, las cosas ya no funcionan ahora.
El único motivo por el que Ávila Olmeda no avanzó en la reforma durante su primer año, al parecer, fue porque temían que Jaime Bonilla Valdez capitalizara, políticamente hablando, la bandera de la burocracia y el magisterio, lo que le habría dado muchos más votos y poder político. Esto pese a que el mismo Bonilla hizo caso omiso a los compromisos de Issstecali.
Hoy, con líderes del sindicato y magisterio que están más preocupados en asegurar sus jubilaciones o beneficios, como Guillermo Aldrete, Selene Cota, de la burocracia y Ampelio Íñiguez, del magisterio, que en proteger a sus gremios, todo parece indicar que no habrá mayores presiones políticas en contra de la reforma.
El sistema de pensiones es insostenible por gobiernos y líderes sindicales corruptos, además de que los sorpresivos impactos al salario mínimo también influyeron -aunque son reales los grandes adeudos- en sus medidas para acabar con Issstecali.
Como ejemplo se encuentra el Ayuntamiento de Ensenada, cuyos adeudos datan desde el 2012, cuando gobernaba el priista Enrique Pelayo Torres, pero que la deuda siguió en aumento con Gilberto Hirata Chico (del PRI), Gerardo Novelo y, finalmente, Armando Ayala Robles, de los cuales éste último sólo cubrió los compromisos del 2020 -su primer año- y al entender que la corrupción no tenía consecuencias, continuó desviando las cuotas hasta casi alcanzar los mil millones de pesos tan sólo en su gobierno, cuando la deuda histórica de Issstecali es de tres mil 578 millones 358 mil 609 pesos.
Tecate, con gobiernos priistas y panistas, empezando con el tricolor Javier Urbalejo Cinco ex funcionario del actual gobierno morenista- en el año 2010, fue quien estrenó el agandalle del impago de cuotas, mismo que se extendió todos los años hasta Darío Benítez, lo que ahora representa una deuda de mil 406 millones 739 mil 771 pesos.
Es decir, sólo en estos dos municipios se alcanza la mitad de la deuda de todas las instituciones públicas con Issstecali que alcanza los seis mil 524 millones 871 mil 440 pesos.
A eso se debe sumar la deuda de las paraestatales como CESPE, CESPT y CESPM, que juntas, deben casi 800 millones de pesos de cuotas, aportaciones y recargos.
El Ayuntamiento de Mexicali adeuda 131 millones de pesos de las administraciones de Francisco Pérez Tejada -hoy asesor de la gobernadora-, de la gestión de Lupita Mora y Norma Bustamante.
El Poder Judicial y Legislativo también son deudores, con nueve y dos millones de pesos, respectivamente, de los años 2023 y 2024.
Sí bien este ingreso, si pagaran lo que deben, sería insuficiente para rescatar a Issstecali, la realidad es que le daría un poco más de vida. La gobernadora Marina Ávila está dispuesta a asumir el costo político, y sus diputados y líderes sindicales no parecen tener interés en frenar sus intenciones, por lo que el verdadero reto será que la burocracia y el magisterio -como base- salgan a defender lo que les corresponde
El problema es que ambos gremios no entienden que, aunque ellos se sienten trabajadores, la sociedad los ve como privilegiados, y eso impide que su causa sea asumida como una causa social.