Vecinos del fraccionamiento Real de la Frontera tuvieron que abrir un hoyo en la banqueta, para liberar el agua proveniente de una fuga de la Comisión Estatal de Servicios Públicos (CESPT), poniendo en riesgo al edificio y su patrimonio.
Desde hace ocho meses, vecinos del edificio D, del fraccionamiento Real de la Frontera, en Otay, viven con una fuga de agua, que, a pesar de que la CESPT ya arregló, temen que hayan quedado daños estructurales.
En entrevista con ZETA, Lidia, una de las residentes del edificio, relató que en las últimas semanas de septiembre se agravó el problema, pues ya había inundación en los cimientos, y el agua había llegado a un depósito subterráneo, donde había cables de energía eléctrica, provocando apagones a otros edificios.
A pesar de las múltiples quejas ante la CESPT, ésta les respondía que la fuga era dentro del mismo edificio, por lo que no les correspondía arreglarlo; sin embargo, los vecinos afirmaban lo contrario, pues había tubería de ellos que pasaba por debajo del inmueble, que era la que provocaba el derrame de agua.
En recorrido realizado por este Semanario, se pudo constatar el daño que presenta el edificio, así como el corte de la banqueta que tuvieron que hacer los vecinos, para sacar el exceso de agua del interior.
Asimismo, se pueden observar afuera de la privada, cercano al edificio D, dos llaves de volante, una especie de llaves de paso, que sirven como desfogue de agua de paso, del cual, aseguran los residentes, de uno de ellos se desprende la fuga.
En respuesta, la Comisión Estatal de Servicios Públicos informó que “Se trató de una fuga en una red interna del conjunto de condominios ubicados en la calle Camino Vecinal 34.
Dado que la fuga estaba dentro de este conjunto habitacional constituido bajo el régimen de condominio, la responsabilidad de la reparación recae en los propietarios/inquilinos”.
Aun así, la paraestatal afirmó que reparó la fuga, mediante la Brigada de Fugas No Visibles, la cual identificó una tubería dañada de 2 y media pulgadas, durante las reparaciones del acueducto de Otay, del 4 al 6 de octubre.
“Una de las vecinas se fue a plantar a donde estaban reparando el acueducto, y les dijo que no se iba a ir de allí hasta que la atendieran, por eso vinieron”, recalcó Lidia.
Por su parte, la Dirección de Protección Civil Municipal dio a conocer a ZETA que se realizó una revisión al edificio, donde se constató que no presenta ningún daño a su estructura y no está comprometida la seguridad de los residentes.