La visita al Rancho Las Flores, en el Cañón del Matadero, este martes 19 de noviembre, marcó la despedida del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, de las ciudades de Tijuana y San Diego. Durante su recorrido, supervisó el proyecto iniciado hace tres años en coordinación con la organización Costa Salvaje, enfocado en limpiar un tramo del río Tijuana y reducir una de las principales fuentes de contaminación que afectan las playas de San Diego.
El proyecto busca mitigar los daños ocasionados por las corrientes que arrastran basura del río hacia el norte, contaminando las costas de California. Para ello, se han instalado trampas de desechos, construido infraestructura y diseñado estrategias de limpieza que previenen que las toneladas de basura, arrojadas por los habitantes o transportadas por las lluvias, lleguen a las playas y afecten las zonas fronterizas de México y Estados Unidos.
Esfuerzos conjuntos y avances logrados
“Estamos aquí en este proyecto del río Tijuana. A mi llegada, hace más de tres años, visitamos este lugar y sabíamos que, por décadas, el río seguía contaminando, no sólo a la comunidad de Tijuana, sino a ciudades en California. Millas y millas de playas permanecían cerradas, como Imperial Beach y otras áreas. Le metimos el brazo fuerte junto con el gobierno de Estados Unidos y con el administrador Michael S. Regan, quien también vino a Tijuana para coordinar inversiones significativas en plantas tratadoras de agua. Pero México también ha cumplido su parte”, expresó el embajador Salazar.
El diplomático, quien concluirá su gestión el 20 de enero de 2025 junto con la administración de Joe Biden, destacó los avances alcanzados gracias al acuerdo binacional establecido bajo el Acta 320. Este acuerdo compromete a ambos países a destinar recursos para la construcción de infraestructura y la ejecución de estrategias que garanticen el saneamiento del río.
Compromiso con un ambiente sano
Rosario Norzagaray, gerente de residuos marinos de Costa Salvaje, enfatizó la importancia del acuerdo y su impacto para la comunidad local:
“Hay un listado de proyectos establecidos en el Acta 320, lo que permitió a ambos gobiernos comprometerse con la inversión de recursos, algo vital para avanzar en este esfuerzo. Los tijuanenses merecen vivir en una comunidad limpia y sana, un derecho constitucional que debemos garantizar”, afirmó.
Ausencia de funcionarios locales y continuidad del proyecto
A pesar de que la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y el alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño, no participaron en las reuniones de trabajo con el embajador durante su visita, Ken Salazar reconoció la colaboración del gobierno mexicano en el proyecto medioambiental y abogó por ampliar la coordinación binacional.
“México ha invertido significativamente en la planta que pronto comenzará a operar para limpiar el agua del río Tijuana. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer. El presidente Biden ya ha propuesto más presupuesto para continuar con las plantas de tratamiento necesarias”, señaló Salazar.
El proyecto integral para sanear el río Tijuana incluye la construcción de más plantas de tratamiento, la instalación de trampas para basura y la promoción de una cultura de higiene. Estas acciones buscan evitar que toneladas de desechos contaminen el agua o bloqueen los cauces durante la temporada de lluvias, contribuyendo así a la salud ambiental de la región fronteriza.